Base de datos de biodiversidad de la Comunidad de Madrid y su aplicación a estudios de flora y vegetación
- MARTÍN CASTRO, BEATRIZ
- M.A. Casado González Director
Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid
Fecha de defensa: 20 de enero de 2016
- Francisco Díaz Pineda Presidente
- María Dolores Jiménez Escobar Secretaria
- Fernando Gómez Manzaneque Vocal
- Marta Múgica de la Guerra Vocal
- Juan Manuel Martínez Labarga Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
Desde antiguo se han realizado estudios que describen la diversidad del territorio, aunque recientemente se ha incrementado exponencialmente su número y precisión. La información que recogen puede utilizarse en estudios actuales, tanto para analizar la evolución temporal de las formas de vida, como para comprender los cambios y conocer la naturaleza lo más exactamente posible. Su compilación en forma de base de datos aporta la posibilidad de un acceso rápido y completo a la información que poseen. Durante una década se han revisado sistemáticamente numerosas fuentes bibliográficas con datos primarios de biodiversidad, creándose la base de datos de la Comunidad de Madrid, BIOCAM. Esta recopilación permitirá a investigadores y gestores responder a cuestiones básicas de ecología y biodiversidad, y tener herramientas para gestionar el medio natural madrileño. La primera parte de la tesis describe en detalle la implementación y desarrollo de BIOCAM. Su objetivo general es recopilar la información existente sobre las especies de todos los grupos taxonómicos. Para ser más operativa, los taxones se han agrupado en tres conjuntos: animales, plantas vasculares y plantas no vasculares. La tabla de Plantas Vasculares dispone de información suficientemente completa para realizar análisis detallados, ya que se han desarrollado herramientas que permiten depurar los datos. Un primer resultado es un catálogo florístico de Madrid, que incluye detalles de la naturalidad de cada taxón, su estado de amenaza y conservación, y su distribución a escala regional. Con los datos de plantas vasculares, se han realizado tres estudios. Cada uno trata de responder a objetivos concretos, tanto básicos como aplicados, relacionados con la flora de Madrid,. En primer lugar se estudia la completitud de los datos disponibles, tanto a escala regional como a escala de detalle. Posteriormente se analizan los patrones espaciales en la distribución de la riqueza de especies, y las causas que determinan esa variación. Dado la heterogeneidad del grado de conocimiento, el estudio se plantea desde dos perspectivas: metodológica y explicativa. Finalmente, un objetivo aplicado de BIOCAM es la implementación de una metodología que genere información útil para la conservación de taxones y de áreas protegidas. Se analiza la efectividad de la actual red de espacios protegidos para conservar tanto el conjunto de la diversidad biológica como de las especies con algún grado de amenaza. Los resultados obtenidos indican que la riqueza de especies de plantas es bien conocida para la región en su conjunto, aunque a escala de detalle sólo un tercio del territorio está bien conocido. Este conocimiento se relaciona con las preferencias de los investigadores por territorios del sistema central que además sean fácilmente accesibles. Para conocer y poder gestionar correctamente el territorio serían necesarios estudios centrados en las áreas aún poco conocidas. La Comunidad de Madrid presenta heterogeneidad espacial en la distribución de sus valores de riqueza vegetal. Utilizar las áreas bien conocidas para estimar modelos de riqueza produce resultados pobres debido al sesgo de estos datos hacia zonas con especiales características. Así, son preferibles los modelos extrapolables, aunque sean menos predictivos. La variabilidad espacial de la riqueza se explica con un modelo que da importancia a variables climáticas y otras relacionadas con el tipo de vegetación y usos del suelo . Aunque los espacios protegidos de Madrid recogen la mayoría de la flora presente en la región, se detectaron 15 áreas no incluidas en la red de espacios protegidos y que destacan por su riqueza o sus especies catalogadas o endémicas. Para proteger convenientemente la flora, éstas áreas tendrían que estar bajo alguna categoría de protección. Se propone que sean integradas en los espacios protegidos con los que limitan, o se declaren nuevos espacios que se ajusten a las características de cada parte del territorio.