El regreso del cara a cara en Españala organización profesional de los debates electorales televisados entre candidatos a la presidencia del gobierno en 2008
- Gallego Reguera, Maria
- Manuel Campo Vidal Director/a
- Asunción Bernárdez Rodal Directora
Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid
Fecha de defensa: 18 de enero de 2016
- María Jesús Casals Carro Presidenta
- Graciela Padilla Castillo Secretaria
- Carmen Caffarel Serra Vocal
- Sonia Núñez Puente Vocal
- Francesco Buscemi Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
Esta tesis se centra en el estudio de los debates electorales "cara a cara" celebrados con motivo de las elecciones generales de 2008 entre José Luis Rodríguez Zapatero (PSOE) y Mariano Rajoy (PP) y organizados por la Academia de las Ciencias y las Artes de Televisión. El principal objetivo de este trabajo es dejar constancia escrita de los procesos de negociación, producción y emisión de los debates como género televisivo y político. Se han seleccionado estos debates para su estudio en profundidad porque significan el retorno de los debates en España transcurridos quince años después del último cara a cara en unos comicios generales, el celebrado en 1993 entre el por entonces presidente del Gobierno, Felipe González (PSOE), y José María Aznar (PP). Dado que el debate electoral es un debate principalmente televisivo, se analiza con detalle la relación entre la televisión y el poder. Además, se realiza una revisión histórica de los debates televisados en Estados Unidos y Europa, por considerarse estos los principales referentes para el caso español. En este trabajo se presenta el debate como un género periodístico y político, que requiere de un previo proceso de negociación para su celebración, normalmente sellado con un documento de acuerdo entre los partidos políticos. Se analiza el papel de las entidades organizadoras del debate, así como el formato del programa televisivo, la moderación, la puesta en escena, la programación, el calendario, las condiciones técnicas y, por supuesto, el análisis de los actores políticos participantes en la contienda. En esta tesis, se establecen las condiciones políticas y mediáticas para el regreso de los debates cara a cara entre candidatos a la presidencia del Gobierno tras quince años de ausencia. Ante los debates de 2008, se va a producir una intensa negociación que estará protagonizada por la batalla entre las televisiones por la propia organización y emisión del debate. Los partidos decidirán finalmente que la misión de la organización de los mismos sería de la Academia de Televisión, que distribuiría una señal única para todos aquellos medios que quisieran transmitir el programa político. El debate entre los candidatos fue tenso y los medios de comunicación no se pusieron de acuerdo en el veredicto del vencedor. Lo que sí quedó claro fue el máximo interés de la audiencia por el debate, ya que ambos programas registraron datos históricos. La organización de los programas se llevó a cabo por un equipo conformado por profesionales de reconocido prestigio provenientes del seno de la Junta Directiva de la Academia de Televisión. Los programas, que se celebraron el 25 de febrero y el 3 marzo, fueron moderados por los periodistas Manuel Campo Vidal y Olga Viza, respectivamente. El diseño de la realización, la iluminación, la decoración y otros aspectos técnicos se estableció de la forma más neutral posible. Los bloques temáticos fueron pactados por los partidos políticos y también que los candidatos intervendrían por turnos con los tiempos medidos. Estas cuestiones y muchas otras quedaron recogidas en un documento de acuerdo firmado por ambos. Se puede afirmar que el debate estuvo controlado por los partidos políticos. Por su parte, la Academia de Televisión realizó una puesta en escena neutral e impecable en el sentido técnico, además se convirtió en una pieza fundamental que facilitó el regreso de los debates electorales en España. Este suceso histórico tuvo una gran repercusión tanto en los medios nacionales como en los internacionales, que realizaron una relevante cobertura del mismo. Aunque la emisión de los debates apenas modificó el voto de los ciudadanos, sí incentivó la participación electoral, lo que siempre altera el reparto de escaños. Su celebración resultó importante para el proceso de la democracia, ya que motivaron la participación electoral, y para la información de los ciudadanos, quienes demostraron un gran interés por ambos programas políticos de televisión.