Ingesta de sodio, fuentes alimentarias y percepciones y hábitos en relación al consumo de sal de un colectivo de adultos españoles
- VALVERDE DIEZ, CARMEN
- Ana María López Sobaler Directora
Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid
Fecha de defensa: 21 de julio de 2017
- Rosa María Ortega Anta Presidenta
- Pedro Andrés Carvajales Secretario
- Liliana G. González Rodríguez Vocal
- Bricia López Plaza Vocal
- Rosa María Martínez García Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
La OMS recomienda no superar la ingesta de 2 gramos de sal al día, lo que equivale a 5 gramos diarios de sal. La ingestas excesiva de éste mineral está asociada a presiones arteriales elevadas y un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares. La ingesta media de sodio supera estas recomendaciones. Es necesario analizar los hábitos de la población en relación a la ingesta de este mineral y sus fuentes alimentarias para poder establecer las estrategias más adecuadas que ayuden a reducir su ingesta. Se ha estudiado un colectivo de 418 adultos entre 18 y 60 años, representativo de la población española. Para conocer la ingesta de sodio se empleó el método de referencia recomendado por la OMS que es la excreción de sodio en muestras de orina de 24 horas. También se recogieron datos personales, sanitarios, socioeconómicos, antropométricos y de tensión arterial, y datos dietéticos a partir de dos recuerdos de 24 horas, para poder establecer las fuentes alimentarias y factores de riesgo de ingestas excesivas. Se aplicó un cuestionario de hábitos y percepciones en relación al consumo de sal. Se recogió una muestra de orina puntual para analizar su validez como indicadora de ingesta de sodio y su posible aplicación en estudios epidemiológicos. El consumo medio de sal superó ampliamente el límite marcado por la OMS, y fue superior en los varones. La prevalencia de obesidad abdominal es mayor en los individuos con ingestas excesivas de sodio. Se constata la correlación positiva y significativa de la ingesta de sodio con la tensión arterial sistólica y diastólica, y los participantes con ingestas altas de sodio tuvieron cifras de tensión arterial sistólica superiores. Las mujeres con ingestas adecuadas de sodio se caracterizan por ser más conscientes de sus cifras de su presión arterial, y ser usuarias de alimentos y dietéticos funcionales y suplementos de vitaminas y minerales. En cuanto a la dieta, los individuos con ingestas altas de sal tienen ingestas superiores de energía, agua, hidratos de carbono, colesterol, omega 3, ácido pantoténico y vitamina C, toman más energía en la cena y menos en el desayuno. Hay una correlación positiva entre el sodio excretado en orina de 24 horas y la ingesta de colesterol, alcohol, Vitaminas E, B1, B6, folatos, B12, niacina, ácido pantoténico y vitamina E, así como con la energía ingerida entre horas. Como principales fuentes de sodio destacan los embutidos, el pan, leches y quesos y los platos preparados. La mitad del volumen de la dieta está configurado por los alimentos con mayor contenido de sodio. Menos del 5 por ciento de la población estudiada declara seleccionar siempre alimentos con bajo contenido en sal y 3 de cada 4 individuos no consulta nunca el etiquetado para conocer su contenido en sal siendo los varones con ingestas elevadas de sodio los que menos lo consultan. Los individuos que superan la ingesta recomendada de sodio identifican correctamente en menor proporción a los snacks como alimentos con alto contenido en sodio. Un mayor porcentaje de la población cita como alimentos con bajo contenido de sodio a los cereales, las carnes y el queso, en comparación con los que los citan como alimentos de alto contenido en sal. El sodio excretado en orina de primera hora de la mañana no demuestra ser útil para estimar el sodio ingerido, pero podría emplearse en estudios epidemiológicos para clasificar a los individuos que tienen ingestas más bajas y más elevadas. Como factores de riesgo de presentar ingestas excesivas de sodio fueron ser varón, el tamaño corporal, tener obesidad abdominal y las cifras de presión arterial sistólica, la ingesta de colesterol, AGM, fósforo, selenio y ácido pantoténico, las raciones consumidas de leche entera, grasas y bebidas. Mientras que ser usuario de suplementos de vitaminas y minerales y el consumo de zumo de fruta natural se asoció a un menor riesgo de ingestas excesivas.