El tedio y la banalidad del malun malestar del hombre contemporáneo en el pensamiento de Erich Fromm

  1. Montoya Velarde, Emilio
Dirigida por:
  1. Javier Bustamante Donas Director

Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 13 de junio de 2017

Tribunal:
  1. José Miguel Marinas Herreras Presidente
  2. Emilio Garcia Garcia Secretario/a
  3. José Antonio Binaburo Iturbide Vocal
  4. José Barrientos Rastrojo Vocal
  5. Luis Joyanes Aguilar Vocal
Departamento:
  1. Filosofía y Sociedad

Tipo: Tesis

Resumen

La presente Tesis Doctoral es una investigación acerca de la relación existente entre el concepto de tedio propuesto por Erich Fromm y la noción de banalidad del mal acuñada por Hannah Arendt. Esta relación se nos muestra en la sociedad contemporánea en la que el hombre moderno aparece como un ser indiferente hacia el mundo y hacia los demás y cuyo carácter es moldeado por fuerzas sociales arrastrándole a una forma de vida basada en lo material o en lo que Fromm denomina modo del tener. Queda, así, la vida espiritual del hombre relegada a un segundo plano, lo que conlleva, a la vez, el surgimiento de una suerte de aburrimiento patológico vital o existencial. Pero, ¿cómo es posible que en el siglo XXI, en la era de plenitud de los tiempos como diría Ortega, el aburrimiento se haya extendido tanto a través de todas las capas de la sociedad? A lo largo del desarrollo histórico, el hombre en su afán de hallar la verdad científica logró el conocimiento necesario para dominar la naturaleza de una manera exitosa y sacar provecho de este dominio. Sin embargo, el vigoroso énfasis que puso sobre la técnica y el consumo material hicieron posible que perdiera contacto con su yo interno y con el mundo que le rodea. Empezó a concentrarse únicamente en los valores materiales y técnicos, tras dispersarse su creencia en los valores religiosos y humanistas, y con esto menguó de manera considerable su capacidad de experimentar vivencias emocionales profundas. El ideal de felicidad también cambió. Se produjo un cambio en las concepciones teóricas del socialismo y el comunismo. Éstas aspiraban a lograr un hombre emancipado y realizado en una nueva sociedad. Posteriormente, este ideal cambó. Su nueva meta se basó en universalizar y extender el modo de vida burgués a todos los estratos de la sociedad. Pensaban que la suma de riquezas más prosperidad daría una felicidad sin limites, sería la panacea de nuestra época. En cierto modo, la pasividad, el incipiente malestar, o el estilo aburrido de nuestra vida actual, unido a la despersonalización o el auge del nihilismo en la Posmodernidad ha dado lugar a una polarización que va en aumento, tanto en el mundo occidental como en los países incipientes. Es decir, en un lado nos encontramos con las personas que se sienten atraídos por el poder y la fuerza, o los métodos burocráticos. En el otro lado, aquellas personas, que sienten un profundo amor por la vida y que buscan nuevos retos en lugar de esquemas y planes mecánicamente estipulados. El primer tipo de carácter burocrático, es denominado por Fromm ¿carácter necrófilo¿.Mientras que el segundo es el carácter ¿biófilo¿.En este trabajo examinaremos en profundidad este espíritu burocrático. Muchas personas todavía no son conscientes de que lo burocrático es inerte y que está presente en todos los ámbitos de la vida. Estas relaciones pueden darse en esferas de tipo personal, como las conyugales o de amistad, o profesionales como por ejemplo entre un médico y sus pacientes. En esta tesis hemos contextualizado, además, diferentes aspectos del tedio y pensadores que reflexionan acerca de su naturaleza para mostrar una visión más filosófica sobre éste y su problemática radical en el universo del hombre. Por tanto, en los dos primeros capítulos estudiaremos el fenómeno del tedio desde una perspectiva social e histórica. Para ello seguiremos la obra del filósofo noruego Lars Svendsen Filosofía del tedio. Nuestro objetivo ha sido presentar el tedio como un problema fundamental de la era moderna. Ésta se caracteriza por la ausencia de sentido o por la desaparición de cualquier finalidad que pueda guiar la existencia individual. Es decir, todo esta disperso, no hay nada concreto sino que el individuo se ve envuelto en un maremágnum de continuos estímulos que lo enajena cada vez más de la realidad. En este contexto, la transgresión se nos presenta como una de las soluciones más eficaces para otorgar sentido, como vimos en el análisis de American Psycho o Crash.