Encuentros en el límite entre el arte y el teatrola instalación como espacio dramático

  1. FERNÁNDEZ VÁZQUEZ, MARÍA COVADONGA
Dirigida por:
  1. Catalina Ruiz Mollá Directora

Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 21 de junio de 2015

Tribunal:
  1. Pedro Saura Ramos Presidente
  2. Víctor Francisco Fernández-Zarza Rodríguez Secretario
  3. Victoria Pérez Royo Vocal
  4. Fernando Castro Flórez Vocal
  5. José Antonio Sánchez Martínez Vocal
Departamento:
  1. Pintura y Conservación-Restauración

Tipo: Tesis

Resumen

La tesis Encuentros en el límite entre el Arte y el Teatro: la Instalación como espacio dramático, profundiza en los lugares y espacios comunes a ambas disciplinas para analizar cuales son sus señas de identidad más esenciales y para definir ese encuentro como un límite donde no hay separación. Se sitúa en el lugar en el que los límites entre el arte y el teatro son un lugar de encuentro. Para ello se pone el punto de mira sobre los espacios en los que la acción y la imagen se encuentran y se transforman de manera que no existe una sin la otra. La imagen, la obra de arte, aparecerá como consecuencia directa de una acción, de un gesto, un gesto que es dramático y que además va a provocar una situación de nuevo dramática en su relación con el espectador. La imagen y la acción son elementos imprescindibles para el Arte y para el Teatro, y además se necesitan recíprocamente para poder encontrar una situación teatral en el espacio del arte. Podemos decir que la acción es el elemento mínimo del teatro, como lo es la imagen para las artes visuales, y reconocemos un encuentro en las obras en las que sin una no existe la otra. En este espacio fronterizo es la acción del espectador la que hace posible la obra de arte, la que la define y la que la crea. Esa responsabilidad del espectador es necesaria si además queremos que el momento dramático, que el hecho teatral sea irrepetible, sea único y sea total. En estos encuentros se buscan referencias tanto en el teatro como en las artes visuales, y se profundiza en las relaciones entre ambos. Por eso este trabajo combina la importancia y el legado de artistas del ámbito de lo teatral, sobre todo sus aportaciones más conceptuales como Grotowski, Kantor, y sobre todo Artaud, quien además constituye la columna vertebral de toda esta investigación y se demuestra como pilar fundamental de la tesis. Éstos se relacionan y entrelazan con artistas visuales como Marina Abramovic o Mathew Barney, así como artistas que no necesariamente trabajan en el campo de lo performático, pero que en todo caso tienen un fuerte contenido dramático como son Bruce Nauman, Dan Graham y Christian Boltanski. Con el análisis de estos artista la investigación se dirige hacia la instalación, ya que es precisamente la forma de arte que consigue desmembrar los lenguajes para que el espectador los habite. En el Teatro y su doble Artaud dice: El lenguaje del teatro apunta pues a encerrar y utilizar la extensión, es decir espacio, y utilizándola así a hacerla hablar. Tomo los objetos, las cosas de la extensión, como imágenes, como palabras, uniéndolas y haciendo que se respondan unas a otras. Se trata de hacer hablar al propio espacio, que sea ese espacio fragmentado el que sugiera la acción, que el espacio en sí mismo sea contenedor de hecho dramático. Con dos estudios de caso Kounellis y Roig, se profundiza en el triángulo obra-espacio-espectador. En sus obras se reconoce cómo el espectador decide sobre su tiempo y su acción en la obra, y cómo la obra es un espacio que transitar, experimentar y sobre todo vivir. En las obras de Kounellis y Roig el espacio es un lugar de encuentro, un espacio que alberga la vida. La vida del espectador y la vida de la obra, su presente, su pasado y su futuro dramática y cruelmente trasformados. Esta tesis define la instalación como un espacio dramático y al espectador como protagonista de un hecho teatral verdadero. El espacio que ocupa la obra y lo que sucede entre la obra y el espectador, conforman un hecho y un espacio ceremoniales de actuación en el que se identifica al espectador como único actor, como único protagonista de su propio hecho dramático. Se defiende por tanto que lo hecho teatral está presente en la obra de arte, es una realidad en el Arte, en la Vida y en la Experiencia Estética. Y que es especialmente en la Instalación donde el espacio cobra una importancia estética y conceptual decisiva, y donde es el espectador quien ocupa y transita ese espacio.