Mujeres sin hogar y redes socialesvisibilidad y auto percepción

Resumen

La presente investigación doctoral pretende visibilizar un sector de la población injustamente olvidado y omitido: las Mujeres Sin Hogar (MSH). La situación de sinhogarismo suele estar muy estereotipada y representada por una única cara o perfil. El imaginario social, cuando piensa en una persona sinhogar, mayoritariamente se remite a una figura masculina. Sin embargo, la realidad de las personas sin hogar es muy diversa. Ellas son las olvidadas dentro de los olvidados. Apenas se ven o se cuantifican, pero existen. Por ello, esta investigación pretende cumplir con los siguientes objetivos: conocer los prejuicios de las mujeres sin hogar respecto de la tecnología; saber el grado de conocimiento de las mujeres sin hogar sobre internet y las redes sociales; investigar el uso cotidiano que las mujeres hacen de internet y las redes sociales; establecer diferencias o similitudes, en su relación con las redes, entre mujeres sin problemas de exclusión y mujeres sin hogar; conocer el grado de aceptación que tienen las redes sociales en las mujeres sin hogar; y averiguar qué conocen las mujeres sin problemas de exclusión sobre el grupo concreto de mujeres en riesgo de exclusión. La metodología empleada para conseguirlo es una combinación de investigación cuantitativa y cualitativa. Para la primera parte, elaboramos una encuesta original, que fue contestada por 630 Mujeres Sin Riesgo de Exclusión (MSRE), de entre 19 y 70 años de edad, de nacionalidad española en su gran mayoría (aunque también hay 16 nacionalidades más), con un alto nivel de estudios, con trabajo a jornada completa o estudiantes, sobre todo. Para la segunda parte, la muestra de entrevistas se compone de 16 Mujeres Sin Hogar (MSH), que asisten a un centro de día para personas sin hogar y en riesgo de exclusión, en el que se realizan talleres de inserción socio laboral, del Ayuntamiento de Madrid. La escasa visibilidad de mujeres en este tipo de recursos, en comparación con sus compañeros varones, hace que se trate de un número muy considerable de testimonios y una investigación sin precedentes. A partir de los resultados, proponemos un Decálogo ético, con el fin de que los valores elegidos se materialicen en la actividad diaria de los talleres de inserción socio-laboral. En las conclusiones más importantes, afirmamos que los prejuicios e inseguridades de base que poseen las MSH, debido a su socialización de género, sumados a encontrarse en una situación de exclusión, condicionan su manera de posicionarse frente al mundo digital. Encontrarse aisladas también en el entorno digital, las debilita y contribuye a su exclusión social. Conocer el manejo de internet y las redes sociales puede contribuir, no solucionar, a su integración social y laboral. Las mujeres en riesgo de exclusión son las grandes olvidadas e invisibles de nuestra realidad social. No están en las calles, no están en los datos. No son visibles, y lo que no se ve en una sociedad que se rige tanto por la imagen, no existe. De ahí la importancia de hacerse un hueco en la realidad social digital, enfrentarse a ella como sujetos activos creadoras de contenido. Generando un espacio propio, y común al mismo tiempo con otros sujetos que les hagan sentirse parte de un entramado social.