El monstruo y Diderotradicalismo ilustrado, antinewtonianismo y desviaciones anatomicas

  1. Valle Mogarra, Isaac del
Dirigida por:
  1. Susana Gómez López Directora

Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 17 de diciembre de 2018

Tribunal:
  1. Ana María Rioja Nieto Presidenta
  2. Juan Antonio Valor Yébenes Secretario
  3. Jon Arrizabalaga Valbuena Vocal
  4. Juan Pimentel Igea Vocal
  5. Javier Moscoso Sarabia Vocal
Departamento:
  1. Lógica y Filosofía Teórica

Tipo: Tesis

Resumen

Conforme uno se aproxima a la filosofía y la ciencia del siglo XVIII, uno se sorprende de la abundante utilización del monstruo que hicieron pensadores como Maupertuis o Diderot. Este trabajo parte de esta cuestión y pretende aclarar la posible relación entre el anti-newtonianismo y el uso del monstruo en la obra de Diderot especialmente. La finalidad de esta investigación es lograr un mejor entendimiento del uso del monstruo en la obra de Diderot que supere la interpretación basada en el proceso de naturalización. Un punto de partida fundamental de este estudio ha sido la aproximación a la cuestión de la historia de la monstruosidad realizada por L. Daston y K. Park. Partiendo de la inspiración histórica que ha supuesto tal estudio demostramos que el monstruo es, en manos de Diderot, un arma argumentativa contra la visión de la naturaleza ligada a la interpretación dominante del newtonianismo reinante en Francia a mediados del siglo XVIII. Con este objetivo en mente, Diderot eligió y manipuló uno de las viejas pasiones vinculadas al monstruo: el miedo. Se trató en su caso de un miedo desacralizado a un mundo sin orden, leyes ni Dios, un universo caótico, ligándolo por lo tanto a la tesis de Jonathan Israel. En los presupuestos de esta investigación el monstruo no experimentó un proceso naturalizador entre los siglos XVII y XVIII. Al menos no en todos los ámbitos. La perspectiva naturalizadora acepta que el monstruo abandonó la categoría de lo maravilloso para entrar en el grupo de objetos naturales para construir una teratología científica. Este punto de vista presupone una perspectiva positivista de la ciencia que no compartimos y reduce al monstruo a la periferia del conocimiento científico. Para ello hemos debido analizar los textos en que Diderot y algunos de sus contemporáneos abordaron el problema del monstruo entre 1740 y 1760, más específicamente Maupertuis y Buffon. Los tres tenían formación en matemáticas y un discreto conocimiento de la física newtoniana, a la que en un principio se mostraronafines, sin embargo todos ellos desplazaron sus intereses a otros campos de la investigación científica o filosófica. Este desplazamiento ha sido una de las claves de esta investigación: ¿por qué tres ex-newtonianos, con muy diferentes horizontes intelectuales ¿uno filósofo, otro científico y el último naturalista- empezaron a interesarse por la figura del monstruo alrededor de 1750? ¿Por qué, además, lo hicieron de una forma muy distinta a la de la argumentación clásica en torno a las teorías de la generación? ¿Qué es lo que hizo que el monstruo resultase tan interesante para estos pensadores? A raíz de estos interrogantes, observamos que Diderot experimenta un giro metafísico al tiempo que vincula la monstruosidad con las teorías de la materia, en lugar de hacerlo con las teorías de la generación, como había sido en cambio lo más común en la primera mitad del siglo XVIII. La teoría de la materia defendida por Diderot tenía como una de sus principales conclusiones que el aparente orden de la naturaleza era solo una ilusión y que las leyes de la naturaleza no se sustentaban en la existencia de ningún ser trascendente. La tesis de la ¿Ilustración Radical¿ de Jonathan Israel nos sirve como punto de partida y discusión para probar que Diderot no solo estaba en contra de esa visión de la naturaleza, sino que era contrario a sus consecuencias políticas y epistemológicas. Contribuido así a que la historia de las pasiones despeje algunos puntos clave de la historia de los monstruos. Mantenemos que Diderot utilizó y manipuló una de las emociones tradicionalmente vinculadas con el monstruo, el miedo, como filosófica arma de guerra contra los ilustrados moderados. Si el miedo tradicionalmente asociado al monstruo nacía de su vinculación con la divinidad, en el caso de Diderot el miedo que se asocia a la monstruosidad es un miedo simbólico que apunta a un universo caótico en el cual no existen esencias, prototipos o especies.