El combate a la pobreza y el empoderamiento de la mujerlos programas de transferencias monetarias condicionadas, el caso de oportunidades en México (2002-2014) y bolsa familia en Brasil (2003-2014)

Resumen

Dentro del marco del Estado de bienestar, encontramos el combate a la pobreza. Los Programas de Transferencias Monetarias Condicionadas (PTC), han sido el instrumento principal empleado por los gobiernos latinoamericanos para buscar abatir el problema de la pobreza. La mujer se ha convertido en la receptora de la transferencia monetaria otorgada por estos programas. El objeto de estudio de este documento es el empoderamiento de la mujer a través de los PTC. En tanto, esta investigación pretende ser un aporte al estudio del combate a la pobreza, haciendo énfasis en el replanteamiento de la importancia de la mujer en la estrategia de los gobiernos latinoamericanos contra la pobreza. Sobre todo, atendiendo al potencial con que parecen contar los PTC para la búsqueda del empoderamiento de la mujer. La presente investigación plantea tres objetivos principales, y una serie de objetivos específicos. Entre los objetivos principales encontramos: analizar los programas existentes de lucha contra la pobreza en América Latina; comparar los Programas de Transferencias Condicionadas en México y Brasil y; analizar el empoderamiento de la mujer a través de los PTC en Tulancingo de Bravo y Mairipora. En cuanto a la metodología utilizada es cualitativa, mediante el análisis de discurso. Con respecto a las herramientas de recogida de información encontramos la entrevista a profundidad y la encuesta socioeconómica. Entre los resultados de la investigación encontramos que la percepción de pobreza por parte de las beneficiarias diverge de la forma en que la miden tanto Oportunidades/Prospera como Bolsa Familia. La población receptora de los beneficios solo apunta a cubrir ciertas necesidades. Con respecto a la percepción de la propia condición de pobreza, diverge de los indicadores gubernamentales. Por otra parte, no se ha constatado si la presencia de los PTC en los hogares crea condiciones para evitar que la próxima generación recurra a estos beneficios. Sin embargo, podemos apuntar casos donde la mujer menciona que sus padres fueron beneficiarios de algún PTC. Para su funcionamiento, los PTC se han diseñado con base en una estructura tradicional. En ambos casos, la mujer es la principal receptora y administradora de la transferencia monetaria. Además, atienden al bienestar del hogar. Por otra parte, la titularidad de la mujer tiene ciertas implicaciones, le da confianza y poder de decisión dentro del hogar, además parecer generar un sentimiento de responsabilidad en el cumplimiento de las condicionalidades. Sin embargo, el que la mujer sea la responsable del cuidado del hogar, podría incidir en la próxima generación y reproducir una estructura tradicional. Se pudo observar que algunas medidas de los PTC pueden impulsar e inhibir al mismo tiempo el empoderamiento. En cuanto a educación, las beneficiarias tienden a relacionarla con aspectos positivos y están dispuestas a reincorporarse al sistema educativo, pero no lo hacen. Con respecto al mercado laboral la mujer se incorpora al tipo informal y en condiciones precarias. Sin embargo, las beneficiarias consideran la realización de las labores domésticas como su principal aportación al hogar. No obstante, dan un valor relevante a los recursos económicos conseguidos en el mercado laboral. Por otra parte, la mujer no parece considerar el beneficio como una aportación económica propia. Por último, es clara la ausencia de una perspectiva de género en el diseño de los PTC que toque el empoderamiento. Por lo que, no parecen reconocer la importancia estratégica de la mujer en la lucha contra la pobreza. De tal manera, es necesario crear medidas que reviertan el arraigo de la mujer a la estructura tradicional y brindarles oportunidades para que se puedan empoderar.