Gimnasio griego, Campania romana

  1. García Sánchez, Jorge
Libro:
Estudios arqueológicos del área Vesubiana II
  1. Calderón Sánchez, Macarena (ed. lit.)
  2. España Chamorro, Sergio (ed. lit.)
  3. Benito Lázaro, Estefanía Alba (ed. lit.)

Editorial: British Archaeological Reports (BAR)

ISBN: 978-1-4073-1563-8

Año de publicación: 2016

Páginas: 191-206

Tipo: Capítulo de Libro

Resumen

El sur de Italia fue una encrucijada en la Antigüedad, donde convivieron Elementos culturales de las civilizaciones prerromanas, griega y romana. En la Magna Grecia y Sicilia de la época imperial todavía pervivían determinados aspectos de la cultura helena, dentro de un nuevo marco político. En ciudades como Nápoles, la religión, las tradiciones y la lengua griegas se perciben especialmente en auge bajo el dominio de las élites romanas se complacían en imitar algunos de los usos griegos. Si hablamos de educación, muchas de las ciudades suritalianas habían heredado el gimnasio helenístico, donde los jóvenes griegos se formaban en los principios de la "paideia". Incluso algunas de las experiencias institucionales relacionadas con la educación provenían también del mundo indígena, aunque encontrasen formas de expresión arquitectónicas griegas, entre ellas la vereiia pompeyana. El siglo l d.C., todavía detecta la existencia de la efebía griega, de la tipología del gimnasio y de determinados cargos profesionales relacionados con éste, como el gimnasiarca, en determinadas ciudades Dicho magistrado asumía una serie de responsabilidades ligadas a la Dicho magistrado ligadas a la dirección del gimnasio, tales como el mantenimiento del orden entre los jóvenes el costearles gratuitamente el aceite, así como el equipamiento militar y deportivo, la leña para los baños o la decoración del edificio del gimnasio con hermas y estatuas de dioses y héroes; igualmente se ocupaba de los rituales religiosos que se oficiasen en su sede. Sin embargo. Roma trató de imponer en las ciudades de la Magna Grecia las fórmulas pedagógicas que creasen un sentimiento de identidad romano. Aunque Roma pudiese aceptar y asimilar los espectáculos atléticos y ciertas formas de actividad física heredadas de Grecia, no estaba dispuesta a permitir que la educación efébica se asentase en Occidente. Sumado a esto, el programa político de Augusto se enfocaba a la renovación de los principios morales de la sociedad, en la cual la juventud jugaba un papel fundamental. En especial en Pompeya se detecta claramente este proceso a través de dos edificaciones, la Palestra Samnítica y la Gran Palestra. La primera aún revela una instrucción de corte efébico en una construcción de tipología griega; incluso diversos investigadores han sugerido que las actividades físicas desarrolladas allí se habrían completado en los vecinos Foro Triangular y en el pórtico del Teatro Grande. La segunda, sin embargo, supone la afirmación del "Campus", la traslación al ámbito provincial del "Campus Martius" de Roma, donde se desarrollaban ejercitaciones físicas propias de los "collegia iuvenum" romanos: carreras de carros, equitación, entrenamiento con armas, lanzamiento de disco y de jabalina e incluso la natación. Sus características consistían en áreas abiertas, delimitadas por muros y pórticos, dotadas de una o más exedras o asientos semicirculares ("scholae"), de una piscina para practicar la natación, y en ocasiones de paseos internos ("ambulationes") e instalaciones de baño, a menudo fuera de las murallas urbanas pero asimismo cercanas a los anfiteatros.