La evolución del material escolar a través de los manuales de Pedagogía (1875-1936)

  1. Rabazas Romero, Teresa
  2. Ramos Zamora, Sara
  3. Ruiz Berrio, Julio
Revista:
Revista española de pedagogía

ISSN: 0034-9461 2174-0909

Año de publicación: 2009

Volumen: 67

Número: 243

Páginas: 275-300

Tipo: Artículo

Otras publicaciones en: Revista española de pedagogía

Referencias bibliográficas

  • Véase el interesante Museo que está abierto en Salamanca con ese nombre.
  • Entre las ültimas podemos recordar: CARREÑO RWERO, M. (2007) Museología y museografía de la educación, en ESCOLANO, A. (coord.) La cultura material de la escuela. En el Centenario de la Junta para la Ampliación de Estudios, 1907-2007 (Berlanga de Duero-Soria, SEPHE) pp. 91-110.
  • ESCOLANO, A. (coord.X2007), La cultura material de la escuela. En el Centenario de la Junta para la Ampliación de Estudios, 1907-2007 (Berlanga de Duero-Soria, SEPHE).
  • RUIZ BERRIO, J. (2007) Historia y Museología de la Educación. Despegue y reconversión de los museos pedagógicos, Historia de la Educación 25, pp. 271-290. Monografía: Nuevas tendencias en Historia de la Educación.
  • La primera de estas Escuelas Normales se inauguró en Madrid en 1839, y en pocas décadas pasó a haber una masculina y una femenina en cada capital de provincia. También se las ha conocido como Escuelas del Magisterio, y en sus ültimos años de existencia, a finales del siglo XX, como Escuelas universitarias de formación de profesorado de formación general básica.
  • El estudio sistemático de los manuales escolares es una línea de investigación que tuvo como antecedentes el Proyecto EMMANUELLE que venía desarrollándose en el Instituí National de la Recherche Pédagogique (INRP) con Alain Choppin y sus colegas, unidos a la experiencia acumulada por el Instituto Georg Ecker de Braunschweig (Alemania). Desde 1992, el Proyecto MANES, con sede en la UNED, comenzó a trabajar la historia de los manuales escolares publicados en España durante los dos ültimos siglos. No obstante, durante los años ochenta y noventa comenzaron a publicarse en España trabajos que desarrollaron este novedoso ámbito de trabajo, véanse: DELGADO, B. (1983) Los libros de texto como fuente para la Historia de la Educación, Historia de la Educación, 2, pp. 353-358;
  • SOLER BALADA, M. A. (1983). Textos pedagógicos aprobados para su utilización en las Escuelas Normales desde su creación hasta 1868, Historia de la Educación, 2, pp. 87-95;
  • RABAZAS ROMERO, T. (1998) El pensamiento pedagógico normalista durante la primera restauración Borbónica, Historia de la educación, 17, pp. 251-288;
  • RABAZAS ROMERO, T. (2001) Los manuales de Pedagogía y la formación del profesorado en las Escuelas Normales de España (1839-1901) (Madrid, UNED).
  • HARPER, G. H. (1980) Textbooks: an under-used source, History of education. Society Bulletin, 25, pp. 30-31.
  • ESCOLANO BENITO, A. (2006) La codificación de la primera manualística, p. 234, en ESCOLANO BENITO, A. (Dir.) Historia ilustrada de la escuela en España. Dos siglos de perspectiva histórica (Madrid, Fundación Germán Sánchez Ruípérez).
  • ALCÁNTARA GARCÍA, P. (1896) Compendio de Pedagogía teórico-prácfjca (Madrid, Imprenta y Librería de la Viuda de Hernando y Cía) [2 a ed.], p. 511.
  • LARREA y MARTÍNEZ, A. (1884) Lecciones de Pedagogía española o Tratado de educación y métodos de enseñanza para uso de las Escuelas Normales (Burgos, Imprenta de Timoteo Arnaiz), pp. 217-218.
  • ALCÁNTARA GARCÍA, P. (1896) Compendio de Pedagogía⋯, op. cit., p. 512.
  • PASCUAL DE SANJUÁN, P. (1896) La educación de la mujer. Tratado de Pedagogía para las maestras de primera enseñanza y aspirantes al magisterio (Barcelona, Librería de Antonio J. Bastinos), p. 204.
  • ALCÁNTARA GARCÍA, P. (1896) Compendio de Pedagogía⋯, op. cit., p. 415.
  • Gran parte de los autores se detienen en explicar en qué consiste cada uno de estos métodos, especificando el material que requieren. Veamos, por ejemplo, las aclaraciones que realiza Santos: procedimientos geométricos (conocimiento de las letras por su forma, estableciendo semejanzas y diferencias), iconográficos (representar una figura conocida por cada letra), neumónicos (acompañar cada letra con una figura que represente la postura de la boca al pronunciarla), letras móviles ("bastidor de una forma regular cualquiera, colocado verticalmente sobre un pie por medio de listones horizontales de dos dedos de ancho, que van a parar de un lado a otro de los laterales del bastidor y que se hallan cubiertos de agujeros para que penetren las espigas de las letras. Estas están pegadas a un pedazo de cartón, madera u hoja de lata de igual forma para todas las letras y con una espi-gu'rta en su parte inferior". También mecanismos materiales como las cintas ("consiste en dos cintas dispuestas circularmente y unidas por sus extremos, que se arrollan sobre dos cilindros; en la una están las letras vocales, y en la otra las consonantes, y para su uso se van desarrollando poco a poco, con lo cual se forman diversas sílabas", p. 166), cuadras circulares de resorte ("se componen de varios cuadrantes concéntricos, con una abertura que sólo presenta en cada círculo una letra a medida que se van desarrollando") y cuadros oblongos ("no son más que una repetición de los circulares, modificada en cuanto a la forma de los cuadrantes"). SANTOS, J. M. (1888) Curso completo de Pedagogía (Madrid, Librería de D. Gregorio Hernando), pp. 165-166.
  • Alcántara García se muestra bastante reticente en el uso del tablero contador o ábaco porque piensa que es demasiado abstracto para los niños. El autor se muestra a favor de la enseñanza intuitiva y del cálculo mental no mecánico: "el niño queda reducido al papel de un autómata que no tiene conciencia de lo que hace. Deben, desecharse en absoluto los aritmómetros y no emplear los tableros contadores más que con los párvulos y las sección inferiores de las clases elementales, y esto, con mucha parsimonia y como medios intuitivos; lo contrario es corromper la enseñanza de la Aritmética", op. cir., p. 440.
  • Ibidem, p. 439.
  • Son pliegos de cartulina o tarjetas que miden unos 13cm de ancho × 19cm de largo. Por una cara se representa el hecho histórico y por la otra cara va impresa la explicación del mismo. La finalidad es de servir de premio y para la enseñanza de la Historia Sagrada, pero también sirve para perfeccionar la lectura. CASTRO Y LEGUA, V. (1883) Medios de instruir (Madrid, Librería de Hernando y Cía), p. 155-156.
  • Castro y Legua menciona una colección de 25 tarjetas de Historia universal, que consiste en una serie de ilustraciones de dibujos en forma de cromos muy atractivas para su lectura. Ibidem.
  • Alcántara es más explícito en la enumeración de los mapas y globos que se deben utilizar en las escuelas: mapas murales mudos de España, Europa, Asia, África, América y Oceania; mapas relieve, mapas murales especiales orográficos, hidrográficos agrícolas, industriales, de vías de comunicación, hojas geográficos, globos apizarrados mudos, que tiene trazados solamente los meridianos y paralelos y los perímetros de los continentes e islas, op. cit, pp. 428429.
  • Se trata de la primera disposición legislativa española sobre las condiciones pedagógicas del material y el mobiliario. No nos extendemos más sobre tal Dictamen porque ya lo hacemos en otro trabajo que está en marcha.
  • Véase R. O. de 30 de junio de 1913.
  • Ibidem.
  • Idea compartida por Ballesteros y Márquez en 1899 en su obra titulada Educación, didáctica pedagógica y práctica de (a enseñanza (pp. 208-210);
  • Rufino Blanco en 1912 en Teoría de la Enseñanza. El niño y sus educadores (p. 371),
  • Ruiz Amado en 1924 en su Enciclopedia manual de Pedagogía y Ciencias auxiliares (p. 577),
  • E. Solana en 1927 en Didáctica pedagógica (p. 68) o por
  • Escribano Hernández en 1929 en Pedagogía especial o tratado de la Enseñanza (p. 77).
  • BALLESTEROS Y MÁRQUEZ, F. (1899) Educación, didáctica pedagógica y práctica de la enseñanza (Córdoba, Imp. La Región Andaluza) pp. 208-210.
  • Serie Didáctica, Colección legislativa escolar; La Nueva Educación, Programas escolares, Serie metodológica, Serie escolar, Nuevos textos bilingües, Biblioteca de Información, La Educación Activa, La Pedagogía clásica; La Pedagogía social y política, Biblioteca pedagógica, Cuadernos de trabajo y La Pedagogía Contemporánea.
  • SÁINZ, F. (1925) La Escuela unitaria Madrid (Publicaciones de la revista de Pedagogía. 3 a edición renovada) pp. 3942.
  • COSSÍO, MANUEL B. (ca.1906) El maestro, la escuela y el material de enseñanza, p. 36 (Madrid, Ediciones de La Lectura).
  • ESCRIBANO HERNÁNDEZ, G. (1929) Pedagogía especial o tratado de la Enseñanza. Segunda parte (Madrid, Imprenta "a Enseñanza"). Quinta edición, pp. 73-79.
  • Ibidem, o en BALLESTEROS, A. (1925) La preparación del trabajo en ia escuela, p. 19. (Madrid, Revista de Pedagogía).
  • VALLS y ANGLES, V. (1928). El material de enseñanza, Segunda edición, p. 6 (Madrid, Revista de Pedagogía, Serie escolar 5).
  • Ibidem, pp. 14-15.
  • GARCÍA, E. (1932) Preparación y ejecución del trabajo escolar. Tercera edición, p. 9 (Madrid, Revista de Pedagogía, Serie escolar, 4).
  • En el libro de Escribano Hernández se dedica una parte al" tópico corriente que es preciso desterrar sobre el materia l" en el que explícita que no sólo" maestros, sino escritores y pedagogos exponen en sus obras quejas amargas por las deficiencias que observan en el material pedagógico docente". En ESCRIBANO HERNÁNDEZ, G. (1929) Pedagogía especial o tratado de la Enseñanza. Segunda parte, p. 73 (Madrid, Imprenta "a Enseñanza"). Quinta edición.
  • ASCARZA FERNÁNDEZ, V. (1933) Escuelas graduadas, pp. 9, 15 y 41 (Madrid, El magisterio español); o en
  • ESCRIBANO HERNÁNDEZ, G. (1929). Op. cit, p. 237.
  • Idea apuntada también por MORENO, P. L. (2007) La modernización de la cultura material de la escuela püblica, 1882-1936, p. 50,
  • En AA.W. La cultura material de la escuela. En el centenario de la Junta para la Ampliación de Estudios, 1907-2007 (Salamanca).
  • RUIZ AMADO, R. (1924) Enciclopedia manual de Pedagogía y Ciencias auxiliares, pp. 544-545 (Barcelona, Librería Pedagógica).
  • ESCRIBANO HERNÁNDEZ, G. (1929). Op. cit., p. 73.
  • SOLANA, E. (1927). Curso completo de pedagogía. Organización escolar e instituciones complementarias. Tercera parte, p. 82 (Madrid, El magisterio español). Primera edición. Otro autor, Pedro Díaz Muñoz, también lo clasificó en fijo y en manual, aunque en su caso hablaba de material escolar y no de material de enseñanza, refiriéndose al primero como mobiliario y al segundo, como al resto de material.
  • DÍAZ MUÑOZ, PEDRO (1907) Compendio de Antropología y Pedagogía. Valladolid: Imprenta y Librería Nacional y Extranjera de Andrés Martín, 4 a edición, p. 288.
  • Cfr. en MORENO, PEDRO LUIS (2007) La modernización de la cultura material de la escuela püblica, 1882-1936, p. 51. Op. cit. En esa misma línea se encuentra el libro de María Carbonell en el que advierte que el material escolar "comprende los objetos que sirven para dar la enseñanza y los muebles".
  • CARBONELL Y SÁNCHEZ, M. (1920) Temas de Pedagogía, p. 267 (Valencia, Imprenta Hijos de F. Vives Mora).
  • Cfr. en MORENO, PEDRO LUIS (2007) La modernización de la cultura material de la escuela püblica, 1882-1936. Op. cit, p. 51.
  • MORENO, P. L. (2007) La modernización de la cultura material de la escuela püblica, 1882-1936. Op. cit, p. 52.
  • BLANCO, R. (1927) Organización escolar, p. 81 (Madrid, Imprenta'Ciudad Lineal).
  • BALLESTEROS, A. (1925) La preparación del trabajo en la escuela, p. 107 (Madrid, Revista de Pedagogía).
  • SOLANA, E. (1927) Didáctica pedagógica. Curso completo de pedagogía. Primera parte. Pedagogía General, p. 125 (Madrid, El magisterio español).
  • Rufino Blanco expone los'distintos aparatos y colecciones que pueden adquirirse, como "los aparatos de proyección fija y los cinematógrafos, La Bonne Presse, de París, tiene un extenso catálogo de proyecciones fijas y cinematográficas, el Museo Pedagógico nacional recomienda las linternas lea Trilby, el objetivo de proyección Ica-Nicklas, los Radioptican de Van Goitsenhoven, de Bruselas, el Radiador, de Lobera de Zaragoza, y el Epidiascopio, espejo plateado, de la casa Volckmar, de Leipzig (Alemania). Puede verse también el catálogo Catalogue des Photomicrographies sur verre poruy projections, de la casa Deyrolle, de París. Op. cit., p. 95-97.
  • RUIZ AMADO (1924). Op. eit, p. 545.
  • Ibidem, p. 100.
  • BLANCO, R. (1927). Op. eit, p. 81-83.
  • ESCRIBANO HERNÁNDEZ, G. (1929). Op. cit., pp. 84-93.
  • Para la enseñanza de la escritura eran imprescindibles. En 1889 Ballesteros y Márquez distinguía las de ave, las metálicas - las más usadas son las galvanizadas de Humboldt y otras de corte cuadrado y punto más o menos gruesos, las llamadas capilares, mas pequeñas y finas y las megalográficas, invetandas por R. Blanco) y el papel. En BALLESTEROS Y MÁRQUEZ, F. (1899) Educación, didáctica pedagógica y práctica de la enseñanza, p. 285 (Córdoba, Imp. La Región Andaluza).
  • Ibidem, p. 264.
  • Ibidem, p. 93.
  • Solana destaca el abaco griego y romano, y el contador chino, ruso, Pape-Carpantier (Francia, escuelas maternales), el contador berlinés, el Weiland, el de quebrados Hermann, el contador Solana, [⋯], "modernamente se han construido en Bélgica Aritmómetros" , como el de Martinot. En SOLANA, E. (1927) Didáctica pedagógica., Op. eit, p. 96-97.
  • BALLESTEROS, A. (1925). La preparación del trabajo en la escuela, p. 314-315 (Madrid, Revista de Pedagogía).
  • BLANCO, R., op. cit, pp. 81-83.
  • COMAS, M. (1923) Cómo se enseña ía aritmética y ía geometría, p. 25 (Madrid, Publicaciones de la revista de Pedagogía),
  • BALLESTEROS Y MÁRQUEZ, (1899). Op. eit, p. 329.
  • Este mismo autor realiza un listado extendido de los materiales apropiados para esta materia:" Hay mapas de relieve, que sirven para transición entre la vista del relieve real y su simple presentación sobre un plano, ios planos de relieve se usan hoy casi exclusivamente para la enseñanza especial de ciegos, pues en las escuelas primarias se sustituyen ventajosamente con el trazado hipsométrico y los buenos mapas planos, en que las tintas bien escogidas hacen resaltar los accidentes casi como los relieves. Hay mapas murales de gran tamaño, que sirven para dar una lección de Geografía en clase general, el maestro muestra sucesivamente io que expone y se apodera fácilmente de la atención de los niños para llevarla al punto conveniente. También hay mapas físicos para señalar los accidentes orográficos e hidrográficos. El maestro debe enseñar a los niños desde un principio a saber leer bien los mapas, para que puedan entenderlos y aprovecharlos. También hay mapas mudos que sirven para resumir o recordar lecciones anteriores recibidas y planos de las localidades que se habitan para estudiar ciertos detalles y pormenores. La colección de mapas manuales es el atlas." En SOLANA, EZEQUIEL (1927) Op. cit., p. 99.
  • SOLANA, E. (1927) Didáctica pedagógica, Op. cit., p. 494495.
  • SOLANA, E. (1927) Organización escolar e instituciones complementarias, Curso completo de pedagogía. Tercera parte. Primera edición, p. 92 (Madrid, El magisterio español).
  • En RUIZ AMADO, R. (1924). Enciclopedia Manual de Pedagogía y Ciencias Auxiliares, p. 566 (Barcelona, Librería Religiosa).
  • Cfr. en MORENO, PEDRO LUÍS (2007) La modernización de la cultura material de la escuela püblica, 1882-1936. Op. cit., p. 50.
  • SÁNCHEZ SARTO (dir.) (1936). Diccionario de Pedagogía, pp. 2133 (Barcelona, Labor),
  • Cfr. en P. L. Moreno (2007). La modernización de la cultura material de la escuela püblica, 1882-1936. Op. cit., p. 50.
  • SOLANA, E. (1927) Organización escolar e instituciones complementarias. Curso Completo de Pedagogía. tercera parte. Primera edición, p. 63.
  • BALLESTEROS Y MÁRQUEZ, F. (1899). Op. cit., pp. 237-245;
  • BLANCO, R. (1912). Op. cit, pp. 159-171;
  • SAINZ, F. (1925), Op. el, p. 15.;
  • SOLANA, EZEQUIEL (1927). Organización escolar e instituciones complementarias. Op. cit, p. 63.;
  • ESCRIBANO, G. (1929), Op. cit., pp. 237-246.
  • ESCRIBANO, G. (1929), Op. cit., p. 237.