Estudio petrológico, geoquímico y geocronológico comparado de las ofiolitas béticas de Sierra de Baza con otras ofiolitas béticas

  1. Lozano Rodríguez, José Antonio
Dirigida por:
  1. Encarnación Puga Rodríguez Director/a
  2. Agustín Martín Algarra Codirector/a
  3. Antonio García Casco Codirector/a

Universidad de defensa: Universidad de Granada

Fecha de defensa: 29 de junio de 2018

Tribunal:
  1. Ricardo Arenas Martín Presidente
  2. Gonzalo Aranda Jiménez Secretario/a
  3. Concepción Lázaro Vocal
  4. José Miguel Nieto Liñán Vocal
  5. Sonia Sánchez Martínez Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

Resumen Las ofiolitas de Sierra de Baza corresponden a uno de los pocos afloramientos dentro de las ofiolitas Béticas aún sin estudiar como tal. Esta Asociación ofiolítas Bética forman parte del Complejo del Mulhacén, junto a la Unidad de la Caldera infrayacente y la Unidad de las Sabinas suprayacente. Constituyendo dos mantos de corrimiento, de origen cortical, compuestos por basamentos principalmente Paleozóicos y coberteras mesozocias. El Complejo del Veleta, formado por varios miles de metros de micaesquistos con grafito aflora como una serie de ventanas tectónicas bajo el Complejo del Mulhacén y constituyen las unidades más profundas de la Cordillera Bética. El manto ofiolítico está compuesto por rocas básicas, ultramáficas y sedimentarias, afectadas en parte por metamorfismo de fondo oceánico, que durante la Orogenia Alpina, se vieron afectadas por el metamorfismo orogénico polifásico. Las rocas ultramáficas son serpentinitas con clinopiroxeno y harzburgitas secundarias, que en muchos afloramientos de la asociación ofiolítica Bética, contienen diques basálticos parcialmente rodingitizados y metamorfizados. Todos los magmas que forman parte de estas ofiolitas, como diques, gabros y basaltos, son de procedencia astenosférica y su ambiente geodinámico de génesis corresponde al de una dorsal oceánica, de tipo E-MORB y fueron generados a lo largo de una zona de acreción de placas oceánicas. Algunos de estos magmas atravesaron localmente, en su salida a la superficie oceánica, materiales corticales, produciéndose una asimilación local de los mismos, dilucidable por algunos rasgos químicos de la roca total, que indican que el suelo oceánico del que derivan estas ofiolitas se originó por aumento de la distensión de la litosfera y corteza continental, y ascenso de la astenosfera a partir del Jurásico inferior, prolongandose episódicamente a lo largo del cretácico. Las etapas prejurásicas de rifting y adelgazamiento cortical, que afectaron a las unidades de la Caldera y de las Sabinas del Complejo del Mulhacén, fueron caracterizadas por el desarrollo de ortogneises piroclásticos Permo-Triásicos en ambas unidades (Puga et al., 1996; Nieto, 1997; Nieto et al., 2000), justo antes de la separación de las placas continentales adelgazadas y del inicio del magmatismo astenosférico, que originó el suelo oceánico del que deriva la Unidad Ofiolítica. Una sucesión de procesos geodinámicos y magmáticos similares a los mencionados, dieron lugar también al desarrollo de la dorsal Atlántica, en su zona central, de edad Pliensbaquiense, que coincide exactamente con el inicio del desarrollo del suelo oceánico bético (Puga et al., 2017). La datación geocronológica del inicio del magmatismo que originó el suelo oceánico del que procede la Asociación ofiolítica Bética, se ha llevado a cabo mediante dataciones U-Pb con SHRIMP de circones de metagabros y metabasaltos en diferentes afloramientos de la AOB. Estas dataciones indican que la ruptura de la corteza continental adelgazada para dar paso a la acreción del suelo oceánico bético, tuvo lugar en un lapso de tiempo corto, localizado entre el Pliesbaquiense y el Toarciense (187-177 M.a.). No obstante, este magmatismo astenosférico persistió como vulcanismo episódico, originando abundantes sills que se intercalaron a lo largo de la secuencia sedimentaria, depositada sobre este suelo oceánico, que ha sido datada, mediante microfósiles, como cretácica. Este episodio de vulcanismo cretácico está bien representado en numerosos afloramientos de ofiolitas Béticas a lo largo del Complejo del Mulhacén, incluyendo los afloramientos de Sierra de Baza (como puede verse en el capítulo 2: Marco geológico de las ofiolitas de Sierra de Baza). En la reconstrucción paleogeográfica del Mesozoico de la Cordillera Bética y del Tethys occidental Ligur y Alpino, del que proceden las ofiolitas alpino- apenínicas, la edad radiométrica indica la procedencia de estas últimas de un suelo oceánico generado unos 20 M.a. después del que formó el Océano Bético. Esto está en contradicción con lo previamente publicado por numerosos autores sobre la génesis y evolución del Tethys occidental, como consecuencia de la ruptura de la Pangea, que suponían que el Océano Bético se había generado posteriormente a los Océanos Ligur y Alpino. Las características geoquímicas e isotópicas de las rocas estudiadas en Sierra de Baza, y de otras Ofiolitas Béticas, son propias de un magmatismo y metasomatismo de fondo oceánico generados en condiciones de dorsal ultralenta, lo que ha permitido deducir la existencia de un estadio inicial de acreción oceánica del Tethys occidental durante el Pliensbaquiense. Este proceso originó una franja de varios centenares de kms de suelo oceánico en el extremo occidental de este océano Jurásico-Cretácico, que estaría situada al SE del Margen Ibérico-Europeo durante el Mesozoico. Como consecuencia de la inversión del movimiento relativo entre las placas corticales europea-ibérica y adriática-africana, que comenzó a ser convergente en el cretácico medio-superior, la losa oceánica generada entre ambas placas a partir del Jurásico inferior fue subducida y metamorfizada, en facies de eclogitas, durante el cretácico superior y, posteriormente, fue parcialmente exhumada sobre el margen continental, del que deriva la Unidad de la Caldera, formando las Ofiolitas Béticas. Estas ofiolitas se separaron en diferentes afloramientos como consecuencia del desplazamiento hacia el SW de la microplaca de Alboran, desgajada de la placa de AlKaPeCa, hasta ocupar su posición actual como parte de las Zonas Internas Béticas, y de los procesos tectónicos y metamórficos alpinos que han afectado a esta microplaca durante el Cenozoico (Puga et al., 2017). La caracterización y puesta en valor de estas rocas como patrimonio cultural, ha sido otro de los temas a tratar en esta Tesis, pues estas rocas ofiolíticas, que constituyen los vestigios más antiguos, actualmente preservados, pertenecientes al extremo más occidental del antiguo fondo oceánico del Tethys occidental, son por sí mismas lo suficientemente importantes como para ser conservadas. Entre estas rocas, hay basaltos, gabros y doleritas eclogitizadas que, además, llegaron a formar parte de los primeros afloramientos de tecnología lítica, basada en la talla y el pulimento de eclogitas, de la Prehistoria reciente en la península ibérica. Mediante esta puesta en valor, se pone de manifiesto, una vez más, la absoluta inconveniencia de permitir las explotaciones de estas rocas para áridos, sin valorar la pérdida irrecuperable de los valores geológicos, arqueológicos y pedagógicos que dichas explotaciones representan (Ver Puga et al., 2009). Existen actualmente yacimientos ofiolíticos como el de Lugros, que ha desaparecido casi totalmente como consecuencia de este tipo de explotación, sin que se pueda, por lo tanto, seguir estudiándolo, ni mostrando sus diferentes litologías a futuras generaciones de estudiantes y otros posibles visitantes, como una parte más de este paleo-océano Jurásico, ni tampoco dilucidar la posible existencia de huellas de minería-cantería para la Prehistoria Reciente en las eclogitas ya trituradas de este afloramiento. Este tipo de rocas están muy bien representadas en el registro arqueológico desde el Neolítico hasta la edad del Bronce y, sin embargo, no se habían encontrado las evidencias de trabajo artesanal sobre las mismas hasta ahora (Lozano et al., 2017). Este gran vacío ha sido debido, en parte, a la no distinción de los estigmas técnicos de la talla sobre estas rocas. Este trabajo supone que futuras explotaciones de estos afloramientos para áridos o rocas ornamentales, requieran la evaluación del impacto sobre el patrimonio natural y cultural que estas explotaciones puedan provocar sobre los afloramientos ofiolíticos, en orden a impedirlas si la evaluación realizada por científicos especialistas en geología y en arqueología las consideraran inadecuadas. Bibliografía Lozano, J.A., Puga, E., Garcia-Casco, A., Martínez-Sevilla, F., Contreras Cortés, F., Carrasco Rus, J., Martín-Algarra, A. 2017. First evidence of prehistoric eclogite quarrying for polished tools in the Iberian Peninsula and their circulation. Geoarchaeology. Pp. 1–22. Nieto, J. M., Puga, E., Díaz de Federico, A., Sánchez Rodríguez, D., Gebauer, E., Jagoutz, E. y Monie, P. 1997. Petrological, geochemical and geochronological constraints on the geodynamic evolution from the Hercynian to Alpine orogeny in the Mulhacén Complex (Betic Cordilleras, Spain). Cuad. Geodin. Alpina Quat, 4: 85–86. Nieto, J.M., Puga, E., Díaz de Federico, A. 2000. Late Variscan pyroclastic rocks from the Mulhacén Complex (Betic Cordillera, Spain). In: Leyrit, H., Montenat, Ch (Eds.), Volcaniclastic Rocks, from Magmas to Sediments. Gordon and Breach Science Publishers, pp. 217–234. Puga, E., Díaz de Federico, A., Nieto, J.M., Díaz Puga, M.A., Rodríguez Martínez-Conde, J.A. 2009b. The Betic Ophiolitic Association: A Very Significant Geological heritage That needs to be Preserved. Geoheritage, 1, 11–31. Puga, E., Nieto, J.M., Díaz de Federico, A., Jagoutz, E., Monié, P., Portugal, M. 1996. Geodynamic evolution of the genetic setting of the pre-Alpine orthoderived rocks from the Mulhacén Complex (Betic Cordilleras, SE Spain). Geogaceta, Vol. 20, 609–612. Puga, E., Díaz de Federico, A., Fanning, M., Nieto, J.M., Rodríguez Martínez-Conde, J.A., Díaz Puga, M.A., Lozano, J.A., Bianchini, G., Natali, C. y Beccaluva, L. 2017. The Betic Ophiolites and the Mesozoic Evolution of the Western Tethys. Geosciences, 7, 31.