Ingesta y fuentes de sodio en un colectivo de escolares españoles y su relación con distintos parámetros sanitarios y dietéticos

  1. Cuadrado Soto, Esther
Dirigida por:
  1. Aranzazu Aparicio Vizuete Directora
  2. Ana María López Sobaler Directora

Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 22 de julio de 2019

Tribunal:
  1. Rosa María Ortega Anta Presidenta
  2. Elena M. Rodríguez Rodríguez Secretario/a
  3. Rosa María Martínez García Vocal
  4. Elena Aguilar Aguilar Vocal
  5. J. M. Perea Vocal
Departamento:
  1. Nutrición y Ciencia de los Alimentos

Tipo: Tesis

Resumen

La ingesta excesiva de sodio se ha relacionado con la aparición de marcadores tempranos de riesgo cardiovascular ya en la etapa infantil. La OMS recomienda disminuir la ingesta de sal a menos de 5 g por día en adultos, objetivo ampliado a la población infantil considerándose que debe adaptarse a su ingesta energética. En España se ha observado que la ingesta de sal es excesiva en población adulta a través de la medición del sodio excretado en muestras de orina de 24 horas, actual método de referencia. Sin embargo, no hay datos disponibles en niños y niñas que engloben varias regiones españolas, por ello nos planteamos evaluar la ingesta de sodio en escolares españoles procedentes de distintas provincias analizando el sodio excretado en orina de 24 horas. También se analizaron sus fuentes dietéticas y algunos factores que podrían relacionarse con un mayor consumo del mineral, junto con la posible asociación de la ingesta de sodio con la presencia de cifras elevadas de tensión arterial o exceso de peso. Para ello se estudió un colectivo de escolares de 7 a 11 años de diferentes provincias españolas. Se cuantificó la excreción de sodio en orina de 24 horas analizando a su vez la creatinina excretada como parámetro de validez de las muestras. Además, se valoró la situación nutricional de los escolares a través de un estudio dietético, de su composición corporal y actividad. Para ello se utilizó un registro de 3 días (dos días laborables y un día festivo), un análisis antropométrico, y cuestionarios adaptados a la población infantil que recogían datos de actividad, sociodemográficos, sanitarios y de hábitos en relación al uso de sal. Se utilizó el software SPSS v 22.0 y 24.0 para el tratamiento estadístico de los datos. Los escolares excretaron de media 135,3 mmol en 24 horas de sodio, que expresado como sal equivaldría a 7,9 g al día, cifra que supera ampliamente las recomendaciones de la OMS, y que fue superior en los varones. Cerca de la mitad del sodio dietético provino de alimentos ultraprocesados. A su vez, cerca de la mitad provino de alimentos considerados discrecionales en la dieta por su peor perfil nutricional. Respecto a la calidad de la dieta, los escolares con menores cifras de excreción de sodio también presentaron una menor ingesta de proteínas y colesterol y un menor consumo de carnes y derivados cárnicos. La mayoría de la población estudiada presentó una ingesta adecuada de micronutrientes, aunque se observaron ingestas insuficientes de vitamina D y yodo, observándose una mayor proporción de escolares con ingestas insuficientes de yodo en los escolares que excretaron menos sodio. Además, el uso de sal yodada, la presencia del salero en la mesa o el uso de sal por parte de los progenitores se relacionó con una mayor excreción de sodio mientras que se observó una menor excreción en escolares que viven en un entorno rural/semiurbano y que no tienen antecedentes familiares de hipertensión o diabetes. A su vez, también se encontró una mayor excreción de sodio en escolares con obesidad, obesidad abdominal y prehipertensión/hipertensión frente a aquellos con normopeso o cifras normales de tensión arterial. Ante la elevada ingesta de sodio de los escolares españoles sería útil disminuir el sodio alimentario en alimentos susceptibles de reformulación, así como disminuir el consumo de alimentos con un peor perfil nutricional. El acercamiento a las guías alimentarias podría disminuir la ingesta de sodio en la población infantil. Distintos factores sociodemográficos, familiares y de estilo de vida deberían tenerse en cuenta a la hora de hacer intervenciones en esta población. A su vez, los escolares con prehipertensión-hipertensión, obesidad u obesidad abdominal o con antecedentes de hipertensión y diabetes, podrían beneficiarse especialmente de una reducción de la ingesta de sodio.