Los sufijos */-ɯ/, */-l/ y */-m/reconstrucción de los pronombres personales en el chino antiguo
- Xu, Jinjing
- Fernando Sánchez Miret Zuzendaria
Defentsa unibertsitatea: Universidad de Salamanca
Fecha de defensa: 2018(e)ko ekaina-(a)k 07
- Consuelo Marco Martínez Presidentea
- David Martínez Robles Idazkaria
- Santiago Martín Ciprián Kidea
Mota: Tesia
Laburpena
El descubrimiento de las inscripciones sobre caparazones de tortuga y huesos al final del siglo XIX nos ha permitido acercarnos a la forma más antigua de la escritura y al mismo tiempo, también a la lengua que soporta. Las lenguas sínicas son las lenguas más habladas del mundo y su escritura es de un tipo logográfico altamente desarrollado. Esta escritura, que valora más la semántica que la fonética, nos ha facilitado la compresión de los textos antiguos incluso arcaicos, pero también nos ha dificultado las investigaciones fonéticas. Tomando como punto de partida los fonogramas préstamos (假借字 jiǎjièzì) intentamos descubrir determinados fenómenos fonéticos y morfológicos y, al mismo tiempo, reconstruir la posible forma del sistema antiguo de los pronombres personales En la presente investigación hemos reconstruido las raíces originales de los pronombres de primera y segunda persona: */ŋɾaː/ y */nja/. La reconstrucción */ŋɾaː/ nos permite explicar el fenómeno de los dos grupos de primera persona */ŋ/ y */ɾ/ > */l/. Podemos suponer que en la primera etapa del chino antiguo existían los sufijos */ ɯ/, */ l/, */ m/. */ m/ era un sufijo contrastivo y motivó que “朕” fuera elegido como el pronombre de primera persona para uso exclusivo de los emperadores por Yíng Zhèng; */ l/ o */ lɯ/ fue un sufijo de plural, que por lo menos se aplicaba en los pronombres personales; y */ ɯ/ era un sufijo posesivo que se añadía a los pronombres personales no posesivos para construir su forma posesiva. Para explicar por qué no hay distinción en las formas no posesivas y posesivas de los pronombres plurales, creemos que existen dos posibilidades. En primer lugar, podría ser que la vocal */ɯ/ fuera débil, motivo por el cual no desempeñaría un papel relevante en la selección de un determinado sinograma para los préstamos cuando se añadía a la consonante */l/. Una segunda explicación sería que, al igual que los prefijos “c “ podían llevar una vocal débil */ɯ/ (Jīn Lǐxīn 金理新 2006: 106), los sufijos consonánticos tendrían también esa vocal, con lo cual, si el sufijo plural era */ lɯ/, la adición del sufijo posesivo */ ɯ/ podría pasar inadvertida. Podemos explicar porqué un mismo sinograma “朕” aparece en usos posesivos y no posesivos. La razón es que “朕” /lˀɯmʔ/ se tomó prestado para dos pronombres de primera persona, uno era el contrastivo */ŋɾaːm/ o */ŋɾaːmʔ/ y otro era el posesivo */ŋɾaːɯ/ > */ŋɾɯ/, el primero por su coda */m/ y el segundo por su vocal */ɯ/.