Entre el transnacionalismo y el cosmopolitismoaportaciones y dificultades de dos conceptos en ascenso

Resumen

En las últimas décadas, las ciencias sociales han asistido a la entronización de sucesivas “generaciones” de términos vinculadas a las temáticas de la globalización, el transnacionalismo o, más recientemente, del cosmopolitismo. Además, en algunos análisis, como el de Beck, se constata un desplazamiento conceptual en sus últimos escritos en la dirección de la sustitución de las referencias anteriores a los procesos globales o transnacionales por su consideración hoy como cosmopolitas. Este desplazamiento se justifica en la obra de Beck debido a la consideración de la cosmopolitización como un proceso que se estaría expandiendo “por abajo”, de manera cotidiana e imparable, y que, en consecuencia, tendería a generalizarse. La dificultad de separar la globalización de lo que Beck llama el “globalismo”, de una parte, así como la aglutinación de muchos de los movimientos de protesta recientes en torno al debate globalización/antiglobalización, cargando al término, de manera casi inevitable, de una dimensión política o normativa, parecen haber conducido también al tipo de desplazamiento conceptual que Beck ejemplifica. Teniendo en cuenta estos planteamientos, se analizan los distintos significados atribuidos a los conceptos de transnacionalismo y cosmopolitismo, desde un enfoque comparado. También se examina la conveniencia de dichos conceptos para examinar las transformaciones del mundo contemporáneo. La tesis fundamental que se esboza es la mayor adecuación de la noción de transnacionalismo, y de otras asociadas, como las de transnacionalización, para dar cuenta de estos cambios desde el punto de vista de la ciencia social, así como, en sentido inverso, la mayor dificultad de las nociones de cosmopolitismo y de cosmopolitización para abandonar el terreno del análisis normativo. Las conclusiones alcanzadas inciden además en la problematicidad del intento de comprender la sociedad actual como cosmopolita, así como en la relegación del análisis de muchos otros procesos, de signo contrario al de la cosmopolitización, que ello ha conllevado.