Apuntes sobre la institucionalización del empleo, el estado y la socialización del salariado

Resumen

Resulta habitual considerar que la economía de mercado estaría conformada por una dinámica autorregulada (ajena a toda norma externa) y expansiva (subordinando a la lógica económica el resto de esferas sociales). Todo rastro normativo registrado en la esfera económica, todo principio de regulación tendría necesariamente su origen en lo social (en sus distintas formulaciones institucionales, estatales o no). Toda regulación sería considerada, implícitamente, como una regulación contra el mercado. Según este tipo de análisis, el Estado del Bienestar, con su actuación, se consolidaría como el mecanismo responsable de esta función igualadora y redistributiva. Sin embargo, tal y como sostendremos en este trabajo, el desarrollo del Estado del Bienestar resulta inseparable -causa y efecto al mismo tiempo- de la socialización y generalización de la relación de trabajo moderna (la relación salarial) más allá de los actores privados que inicialmente la protagonizaban (empresarios y trabajadores asalariados). Es pues en relación a este proceso como debemos pensar la reestructuración del Estado del Bienestar en marcha. Este texto se limita a presentar algunos aspectos de carácter general que, creemos, podrían ayudar a abordar más fructíferamente este debate. Para ello recorreremos, aunque sea brevemente, los procesos de institucionalización y socialización de la relación de trabajo moderna: aquella que, de forma inédita, tuvo que lidiar con una población de productores compuesta mayoritariamente por individuos jurídicamente libres. Esbozaremos los desafíos derivados de este proceso histórico (que desembocará en una institucionalización y socialización de la relación de empleo), al tiempo que indagaremos en el papel desempeñado en ese proceso por el Estado, un papel bastante alejado de esa contraposición a la actividad de los mercados con la que a menudo le hemos caracterizado. Trataremos, finalmente, de apuntar más allá del contexto de crisis actual para señalar algunas de las transformaciones visibles en la configuración de la relación de empleo moderna, en sus instituciones y principales protagonistas. El objetivo de todo ello es poner en evidencia que detrás de la actuación del denominado Estado del Bienestar asistimos a movimientos repletos de contradicciones, pero también de posibilidades.