Poesía en las paredeslas inscripciones literarias de Pompeya

  1. Madrid Medrano, Sonia
  2. Martínez Zapatero, Amaranta
Libro:
Estudios arqueológicos del área Vesubiana II
  1. Calderón Sánchez, Macarena (ed. lit.)
  2. España Chamorro, Sergio (ed. lit.)
  3. Benito Lázaro, Estefanía Alba (ed. lit.)

Editorial: British Archaeological Reports (BAR)

ISBN: 978-1-4073-1563-8

Año de publicación: 2016

Páginas: 147-153

Tipo: Capítulo de Libro

Resumen

Han llegado hasta nuestros días más de diez mil testimonios escritos en las paredes de la ciudad de Pompeya, recogidos y editados en el volumen IV del "Corpus Inscriptionum Latinarum". La importancia de estos documentos reside fundamentalmente en el modo de transmisión, esto es, directamente, lo que ha permitido una comunicación sin intermediarios entre los ciudadanos pompeyanos y el lector actual. Podemos decir que las inscripciones y grafiti de Pompeya nos ofrecen una ventana sin parangón a la cultura de esta ciudad romana, permitiéndonos ser testigos de las diferentes facetas humanas de sus habitantes. No obstante, resulta, cuanto menos paradójico, que estos textos hayan sido, y sigan siendo, objeto de estudio e interés de historiadores, arqueólogos y filólogos, cuando su naturaleza misma era efímera y sus autores no vertían en ellas un deseo de perdurabilidad, sino que eran expresiones fruto del momento -como hoy en día puede ser cualquier cartel publicitario o pintada callejera. Los grafiti literarios, escritos en griego, osco y latín, han de ser considerados como otro ejemplo más de fuentes literarias, al mismo nivel que papiros y manuscritos. A través de ellos, podemos entrever el mundo cultural de una ciudad de provincias, que, como todo el imperio, había sido cautivada por Grecia. Bien es cierto que el estadio cultural de Pompeya no era tan elevado como podía ser el de Herculano, cuya población de clase alta estaba empapada directamente de los influjos helenísticos de la zona napolitana; no obstante, no ha de sorprender encontramos con fragmentos de Homero o de los poetas alejandrinos reproducidos en las paredes tal y como sus autores los recordaban, o incluso utilizarlos como medio para sus juegos de palabras y chanzas. De los numerosos grafiti escritos en griego -en ocasiones transcritos a caracteres latinos- destacan los versos homéricos, siendo éste el poeta capital cuya obra se estudiaba en las escuelas de todo el mundo romano. La "Ilíada" y la "Odisea" permanecían grabadas en la memoria colectiva, bien para expresar sentimientos, bien para adornar la urbe. La huella homérica aparece además en imágenes como las pinturas de la Casa del Poeta Trágico, donde encontramos representadas varias escenas del ciclo de la "Ilíada". Homero no se sentía tan próximo como Virgilio u otros autores latinos, de ahí que los pompeyanos recurrieran más a sus compatriotas para expresar sus pretensiones estéticas y educativas. Y es precisamente la Eneida y su canto de fundación de la patria, el modelo favorito a representar tanto en pinturas como en grafiti en Pompeya. En especial, es recurrente el famoso "arma virumque cano", que aparece hasta una decena de veces. Pero no sólo está presente el mantuano, sino que también encontramos dísticos de Propercio y Ovidio, utilizados en muchos casos con dobles sentidos, con un fin erótico.