Los libros de texto de la sección femenina de FET de las JONS

Resumen

Algunos de los artículos de la Constitución Política de la Monarquía Española promulgada en Cádiz el 19 de marzo de 1812 han estado presentes en las políticas y prácticas educativas que se han producido en la España Contemporánea. Entre ellos destacamos: el amor a la patria como una de las principales obligaciones de todos los españoles (Art. 6º); obedecer las leyes y respetar a las autoridades (Art. 7º); la religión católica como la única de la Nación española (Art.12); el establecimiento de un plan general de enseñanza pública (Art. 131. 22); que los ayuntamientos cuiden de todas las escuelas de primeras letras (Art. 321. 5º); promover la educación de la juventud conforme a los planes aprobados y fomentar la agricultura, la industria y el comercio (Art. 335. 5º); que en todos los pueblos de España se establezcan escuelas de primeras letras en las que se enseñe a los niños a leer, escribir y contar, y el catecismo de la religión católica con una breve exposición de las obligaciones civiles (Art. 366); arreglo y creación de Universidades y de otros establecimientos de instrucción que se juzguen convenientes para la enseñanza de todas las ciencias, letras y bellas artes (Art. 367); la inspección de la enseñanza pública bajo la autoridad del Gobierno (Art. 369); y que las Cortes se encarguen de legislar la instrucción pública (Art. 370). Estos artículos los vemos reflejados en la educación del Régimen franquista y en la labor desarrollada en la educación de la mujer por la Sección Femenina de FET y de las JONS. Fue un organismo que tuvo la Falange para encuadrar en ella a todas las mujeres que voluntariamente quisieran ser falangistas. Se fundó en junio de 1934 con el fin de atender a los compañeros presos y perseguidos y a sus familiares. Crearon una sección de mujeres dentro del SEU (Sindicato Español Universitario) para realizar labores de propaganda y manifestaciones públicas. Durante la Guerra Civil trabajaron como enfermeras y auxiliares en los hospitales, colaboraron en el frente de campaña y se ocuparon de los niños desamparados por medio del Auxilio Social de la Mujer que se creó en 1937. Terminada la Guerra civil, Franco les cedió el Castillo de la Mota de Medina del Campo donde instalaron su sede central. Pilar Primo de Rivera fue la Delegada Nacional durante los 43 años de su existencia ya que se disolvió en 1977. En estos años se dedicó a la defensa de los derechos de la mujer trabajadora, consiguiendo, en 1961, que se reconociera, por ley, la "Igualdad de Derechos Políticos, Profesionales y de Trabajo de la Mujer". Realizó una importante labor social, creando el Servicio Social, y atendiendo a las familias. Culturalmente recuperó el folklore español basado en las tradiciones populares introduciéndolo en la enseñanza y propagándolo por España y el extranjero. Se dedicó, preferentemente a la educación formal y no formal de la mujer del medio rural y urbano. Su finalidad era conseguir buenas patriotas, buenas católicas y buenas esposas. Para ello se sirvió de diversas instituciones y publicó numerosos libros que sirvieron de texto para sus enseñanzas en los diversos niveles del sistema educativo reglado y no reglado que consiguieron numerosas ediciones. Los contenidos de los libros de texto respondían a las enseñanzas de la religión, formación político-social y cívica, educación física, música, economía doméstica, cocina, decoración del hogar, corte y confección, trabajos manuales, etc.