La participación en la intervención grupal con jóvenes y adolescentes en la ciudad de Madridentre el control y el empoderamiento

Resumen

En la ciudad de Madrid se desarrolla una gran cantidad de programas de intervención social grupal con adolescentes y jóvenes considerados en riesgo de exclusión social que tienen como objetivo fomentar la participación. Las características de las intervenciones sociales son el resultado de la conjunción de las representaciones sociales que se tiene de la juventud y las diferentes acepciones de la participación. Estos imaginarios se materializan en prácticas muy diferentes que van desde un enfoque de riesgo basado en el control a otro de empoderamiento, conciencia crítica y transformación social. Esta investigación tiene el objetivo de definir el concepto de participación partiendo de las experiencias de jóvenes y adolescentes. Se busca propiciar la reflexión acerca de la acción social destinada a la juventud desde la perspectiva del enfoque grupal con el objetivo de participación. La metodología es de corte cualitativo y se adhiere a un paradigma constructivista. La teoría fundamentada será adoptada como orientación general, haciendo énfasis en la perspectiva situada y crítica de los procesos grupales de la investigación y la sistematización de la práctica grupal. La investigación se desarrolló en base a cuatro experiencias diferentes de las que participaron las siguientes entidades sociales: La Rueca; Albergue de personas sin hogar Luis Vives, Enredadero- INJUCAM y Madrid Salud-UCM. En total participaron voluntariamente más de 120 personas de 13 a 23 años durante 2018-2019. El análisis de los grupos de discusión y procesos grupales arrojó resultados para guiar la reflexión acerca de la participación en cuatro ejes: el rol de los y las participantes; el rol de las instituciones sociales; el contexto socio estructural y la participación en la investigación. Los y las jóvenes son capaces de participar si se les dan oportunidades para expresarse, exponer su punto de vista en la medida de sus posibilidades, motivaciones y gustos personales. El nivel de participación que están dispuestos a asumir se encuentra atravesado por factores y circunstancias que escapan a la predisposición y características individuales y tienen más que ver con las experiencias pasadas, las posibilidades de participar y el grado y la forma en la que sus opiniones son consideradas. La participación está relacionada con lo que consideran ¿normal¿ y cotidiano, es decir, con las posibilidades de seguir las trayectorias vitales que la sociedad hegemónica plantea. Así, cuando se les impide realizar estas actividades consideran no tener derecho a participar, lo que se traduce en la falta de participación en otros ámbitos. Es necesario que tanto las políticas públicas como las instituciones sociales y profesionales escuchen y consideren cómo viven y afectan a los/as jóvenes las desigualdades existentes, atendiendo a las necesidades que son reconocidas por los/as jóvenes como impedimento para la integración social y por ende no posibilitan la participación social. Las situaciones de exclusión social, ya sea definidas por la imposibilidad de realizar trayectorias vitales o por la discriminación institucional en forma de acoso policial o políticas segmentadas, difícilmente contribuyen a un ejercicio de la ciudadanía. Se concluye que para que la participación sea posible es necesario que se reconozca a los/as jóvenes como sujetos de derecho teniéndoles en cuenta en las decisiones que les afectan. Es también importante destacar el énfasis en las relaciones interpersonales horizontales, la escucha y la creatividad en la facilitación de procesos grupales. Por último, se destaca el valor de la interrelación teórico-práctica y el rol protagonista de jóvenes y adolescentes para una investigación basada en procesos de reflexión acción que apunten a la transformación y mejora de la intervención social contando con los/as protagonistas.