Impacto de la intervención farmacéutica en pacientes con cefalea desde la farmacia comunitaria

  1. FERNÁNDEZ PAREDES, PATRICIA
Dirigida por:
  1. Irene Iglesias Peinado Directora
  2. Juana Benedí González Directora

Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 14 de septiembre de 2021

Tribunal:
  1. María Pilar Gómez Serranillos Cuadrado Presidenta
  2. A. Garcimartín Álvarez Secretaria
  3. Fernando de Jesús Franco Vocal
  4. Pablo Veiga Herreros Vocal
  5. M. José González Muñoz Vocal
Departamento:
  1. Farmacología, Farmacognosia y Botánica

Tipo: Tesis

Resumen

La cefalea es uno de los trastornos más comunes del sistema nervioso central que afecta a 1 de cada 10 personas en todo el mundo y habiendo una mayor prevalencia en el sexo femenino. Es uno de los motivos de consulta en Atención Primaria más frecuentes y, aunque en sí misma no se considera una enfermedad grave, es importante prestarle atención ya que puede ser causa de otro tipo de patologías de mayor gravedad. La población general no considera que las cefaleas sean una enfermedad grave porque se presentan generalmente por episodios, no son mortales ni se contagian. Las tasas bajas de consulta en los países desarrollados pueden indicar que muchos enfermos desconocen la existencia de tratamiento eficaz; se calcula que la mitad de las personas que padecen cefalea se tratan ellas mismas. El tratamiento se basa en dos pilares fundamentales: que cada paciente descubra los desencadenantes de sus crisis lo que espaciaría en el tiempo su frecuencia y utilizar fármacos adecuados para cada tipo de cefalea. Se diseñó un estudio longitudinal prospectivo controlado simple ciego, con un protocolo de actuación definido y la utilización de test específicos para la cefalea y calidad de vida, con el objetivo de evaluar el conocimiento de los pacientes con cefalea sobre diferentes aspectos de su enfermedad y valorar el impacto de un programa de seguimiento farmacoterapéutico a dichos pacientes para mejorar la calidad de vida de los pacientes disminuyendo la frecuencia e intensidad de las crisis, mejorando la adherencia terapéutica y disminuyendo el grado de discapacidad que supone la cefalea. Las intervenciones farmacéuticas se realizaron en sucesivas visitas pactadas previamente con el paciente con carácter trimestral. El grupo control se le entrevistó al inicio y al final del seguimiento farmacoterapéutico, completó los mismos cuestionarios que el grupo de intervención, pero no recibió la atención farmacéutica. Se evaluaron los resultados negativos de la medicación asociada a la cefalea, la adherencia al tratamiento, la calidad de vida, el grado de discapacidad y la frecuencia e intensidad de las crisis. Los pacientes incluidos en el estudio fueron 85, 44 pertenecientes al grupo control y 45 al grupo de intervención. Un 80% de los encuestados fueron mujeres y un 20% hombres en edades comprendidas entre los 18 y 71 años. Los fármacos más utilizados fueron los triptanes (53,7% y 45,5%) seguido de los antiinflamatorios (31,7% y 27,3%) del grupo control e intervención, respectivamente. Tras el seguimiento farmacoterapéutico se observaron mejoras estadísticamente significativas en el grado de discapacidad que presentaban los pacientes al finalizar el estudio tras el análisis del cuestionario MIDAS y el cuestionario HIT-6. Así mismo se obtuvieron mejoras significativas en el grado de intensidad (68,2% de mejora) y frecuencia (52,3%) de las crisis en el grupo de intervención. Respecto a la adherencia terapéutica, se observaron diferencias estadísticamente significativas entre los grupos. El grupo de intervención pasó de un 15,9% de adherencia a un 52,3% de pacientes cumplidores con el tratamiento. Durante todo el seguimiento se realizaron un total de 384 intervenciones farmacéuticas. Las intervenciones mayoritarias fueron la educación sanitaria para el cumplimiento terapéutico y adherencia, así como medidas higiénico dietéticas. La creación e implantación de un programa de atención farmacéutica dirigido al paciente con dolor de cabeza, puede mejorar su calidad de vida y evitar problemas relacionados con la medicación, lo que convierte al farmacéutico en un profesional importante en la cadena sanitaria