Calidad nutricional del polen y efecto de la alimentación complementaria sobre poblaciones de abeja "Apis mellifera iberiensis"

Résumé

El cambio climático está afectando todos los ecosistemas del Planeta. Algunas de las evidencias del cambio son las temperaturas elevadas, sequías frecuentes y prolongadas, lluvias irregulares, etc. Estos factores afectan a los seres vivos, como las plantas y los insectos polinizadores, de diversas formas. La abeja doméstica es uno de los insectos polinizadores de mayor importancia económica y ecológica que está siendo afectada de manera directa e indirecta por los factores causantes del cambio climático. Las abejas dependen del néctar y polen que producen las plantas, por tanto, cuando las plantas son afectadas por los factores climáticos, las abejas padecen estrés nutricional. Debido que las abejas dependen del polen que consumen es necesario analizar su contenido nutricional para identificar la deficiencia de nutrientes. La colza (Brassica napus) y el manzano (Malus domestica) son dos de los monocultivos que la abeja doméstica (Apis mellifera) poliniza, y de las cuales obtiene néctar y polen. Por otro lado, la variación de los nutrientes del polen puede influir en el comportamiento productivo y reproductivo de la colmena. Aunado a lo anterior, los microsporidios como la Nosema sp y parásitos como el ácaro Varroa sp contribuyen a disminuir el tiempo de vida de las abejas y a un desarrollo adecuado de las larvas. Por último, en la última década se ha evidenciado de que hay una relación estrecha y positiva entre los componentes del sistema inmune de los insectos y la existencia de una flora intestinal de microorganismos específica, la microbiota. Por todo lo expuesto, se planteó; 1) evaluar el contenido de nutrientes de los monocultivos B. napus y M. domestica ubicados en Albacete y Murcia, respectivamente, 2) evaluar el contenido de nutrientes de polen en el colmenar de la Universidad Murcia durante un ciclo apícola, 3) evaluar el efecto de diferentes dietas con diferentes niveles de proteína sobre parámetros fisiológicos de abejas recién nacidas y, 4) evaluar el efecto de diferentes dietas a las que se han añadido estirpes bacterianas para que actúen como probióticos en los colmenares ubicados en Murcia y Soria. Se observó que los cultivos B. napus y M. domestica producen polen deficiente en grasa y en proteína. De los aminoácidos analizados se observó que Trp y Met se hallan en cantidades inferiores a las requeridas por las abejas, en tanto que entre los minerales resultaron deficientes el Mn, el Cu y el Zn. Durante un ciclo anual, todos los parámetros evaluados se incrementaron durante la primavera, disminuyeron durante el verano y se incrementaron nuevamente durante el otoño. La cantidad de polen y el porcentaje de proteína influyen de manera positiva sobre el número de larvas operculadas. La temperatura ambiental influye en la cantidad de polen colectado, en tanto que la precipitación lo hace sobre el porcentaje de humedad. Por último, se encontró un incremento en el consumo de alimento conforme avanza la edad de las abejas y en el peso corporal. Los niveles de proteína no afectan el contenido de grasa corporal pero sí a la edad, lo que sugiere que las abejas pueden ajustar su nivel de grasa conforme avanza su edad. La edad del insecto guarda una estrecha relación con la actividad fenoloxidasa, en especial a los días 6 y 9 días de edad. Además, estos parámetros tienen relación con los niveles de proteína, en especial al suministrar las dietas con contenido de proteína del 9% y el 12%. El número de esporas de Nosema sp fue superior en las colmenas de Murcia, particularmente en las colmenas suplementadas con las dietas 2 y 4, ambas dietas bajo restricción de patente. Sin embargo, la infestación disminuyó con el tiempo.