Interpretación psicológica de los orígenes del cristianismotrauma y memoria colectiva

  1. CASTRO COUCEIRO, JOSE ANTONIO
Dirigida por:
  1. Ricardo Parellada Director
  2. Mercedes López Salvá Directora

Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 10 de mayo de 2022

Tribunal:
  1. David Hernández de la Fuente Presidente
  2. Eduardo Chamorro Romero Secretario
  3. Cayetana Heidi Johnson Vocal
  4. Sonia Ester Rodríguez García Vocal
  5. Aurelio Pérez Jiménez Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

A partir de la noción central de trauma y del marco conceptual y metodológico de la psicología analítica (la orientación propuesta por C.G. Jung), se propone una interpretación psicológica de algunos de los escritos más importantes e influyentes del cristianismo primitivo. Al menos durante las dos primeras generaciones, el cristianismo fue una facción más dentro del judaísmo, y se desarrolló tomando como referencia muchos conceptos y nociones de las Escrituras hebreas. De ahí que en primer lugar se interpreten tanto algunos pasajes concretos como algunas características generales de la Biblia hebrea que parecen remitir al afrontamiento y a la elaboración de experiencias traumáticas. Tomando como referencia la destrucción del Templo de Jerusalén del año 587 a.C. y la consiguiente deportación a Babilonia, se analizan las posibles repercusiones de esta experiencia traumática. Las consecuencias de Babilonia, y de otras muchas vivencias traumáticas de características similares, dejaron su impronta no sólo en las Escrituras hebreas, sino también en las Escrituras cristianas. El origen y el núcleo de las creencias cristianas remite también a una experiencia que debió de resultar traumática para sus seguidores más cercanos: la muerte y resurrección de Jesús. A partir de esta creencia nuclear se propone una explicación de cuál pudo ser la dinámica psicológica activada por esta experiencia traumática. Se analizan a continuación los posibles rasgos psicológicos de Pablo, tomando como referencia su conversión. Un análisis de sus cartas auténticas permite inferir que determinadas características psicológicas de Pablo parecen remitir a algún tipo de vivencia traumática, respecto a la cual se propone una interpretación psicológica. Otro aspecto relevante del movimiento judeocristiano es que, durante la primera generación, los principales líderes y referentes murieron en circunstancias traumáticas, como mártires, de forma violenta: Esteban, Santiago Zebedeo, Santiago el hermano del Señor, Pedro y Pablo. El primer evangelio, el de Marcos, fue redactado bajo el influjo de estas vivencias traumáticas, a lo que habría que sumar las implicaciones de la primera revuelta judía contra Roma. Un análisis psicológico permite inferir que su énfasis en el sufrimiento de Jesús, y también en su aspecto sanador, puede estar relacionado con estas vivencias. La destrucción del Templo de Jerusalén en el año 70 supuso una nueva experiencia traumática para el pueblo judío (y para las comunidades judeocristianas), una repetición con muchos paralelismos con la experiencia traumática del año 587 a.C. Los evangelios de Mateo y de Lucas, compuestos ambos después del año 70, mantienen los principales aspectos psicológicos del primer evangelio, y siguen las mismas pautas para reinterpretar la muerte violenta de Jesús en la cruz, siguiendo a su vez un patrón ya bien establecido en las Escrituras judías: recurrir al pasado, es decir, a la memoria colectiva conservada en las Escrituras, para reinterpretar y resignificar la experiencia traumática. Este proceso se caracteriza además por el énfasis en los ámbitos de la profecía, la apocalíptica y el mesianismo, pautas que son interpretadas en su posible significación psicológica. Con respecto al evangelio de Juan, y pese al contraste con los evangelios sinópticos, no sólo mantiene las pautas relacionadas con la elaboración de una memoria traumática, sino que, desde una perspectiva psicológica, condensa estas pautas introduciendo una noción de unidad y totalidad. Al igual que en muchos escritos considerados sagrados en el judaísmo, en los escritos de Pablo, Marcos, Mateo, Lucas y Juan se encuentran numerosas huellas de las dinámicas psicológicas originadas en la disociación de los contenidos de la consciencia y de lo inconsciente, pero también relacionadas con la activación de arquetipos, cuya finalidad última consistió en una tentativa de sanación del sufrimiento causado por esta sucesión continua de vivencias traumáticas.