Una nueva concepción del Museo del Calzado de Inca (Mallorca)su transformación desde los estudios de público y la participación comunitaria

Resumen

Desde el último tercio del siglo XX la institución museística ha vivido una crisis en sus planteamientos conceptuales que la ha llevado a cuestionarse si sus tradicionales funciones de conservación, exhibición e investigación son suficientes para justificar su supervivencia en términos de relevancia social. Y es que, los grandes museos de corte tradicional, cuyos conocimientos son construidos de manera jerárquica por un grupo de intelectuales que emplea un código hermético para la gran mayoría de la población, se han ido percibiendo de cada vez más como instituciones elitistas de una cultura sacralizada alejada de la realidad evolutiva de su entorno que ha desembocado en el rechazo y la desafección por gran parte de la sociedad. Para evitar el proceso de desconexión entre los intereses de la población y los de los museos, muchas instituciones han ido adoptando los nuevos planteamientos museológicos -como la Nueva Museología y la Museología Crítica- que desde la década de los 70 del siglo XX han propuesto museos más amables adaptados a las necesidades de la sociedad. Sin embargo, no será hasta la aparición de la Sociomuseología a finales del siglo XX cuando la función social y de servicio a la comunidad de los museos adquiera la máxima relevancia. Se entenderá que la participación del público es una estrategia esencial para fundamentar instituciones centradas en las personas y relevantes en sus entornos, en las que los objetos de la colección se sitúan en el mismo nivel de importancia que la relación con los públicos y las narrativas se construyen de una manera horizontal, escuchando las voces internas y externas de la institución. En este contexto se sitúa el proceso de transformación museológica del Museo del Calzado y de la Industria de Inca (Mallorca). Aunque hacía décadas que se venía debatiendo acerca de la necesidad de un museo en la ciudad dedicado a su industria más característica, el momento en el que finalmente se inauguró (2010), fue percibido como el cementerio de un sector que estaba pasando por una profunda crisis que comportaba el cierre de muchas fábricas y la consiguiente pérdida de empleos, siendo también una herida emocional para muchas familias que habían heredado un oficio convertido en una seña de identidad local. El Museo fue concebido desde postulados cercanos a museologías tradicionales en cuanto a una exposición sacralizada de los objetos, sin apenas recursos de mediación y sin una colaboración activa de la comunidad. Como consecuencia, durante los primeros años de vida, apenas fue visitado por público local, porque desconocía su existencia, lo menospreciaba o directamente mantenía una actitud de indiferencia. En el marco de esta tesis doctoral, desde finales de 2017 se ha intentado, a través de los estudios de público y la participación comunitaria, darle un giro conceptual y cambiar la percepción que de él tenía su comunidad de referencia. Así, desde los postulados de la Sociomuseología se han asentado las bases para construir una relación de confianza con los habitantes de la localidad quienes han tenido un papel decisivo en la reconceptualización del Museo. Con esta tesis doctoral se ha pretendido mostrar la eficacia de la implementación de los postulados de las Museologías Sociales para transformar instituciones museísticas afectadas por un proceso de rechazo y desafección de su entorno próximo, describiendo una metodología de trabajo válida en la que los estudios de público son una herramienta fundamental. Además, se ha intentado poner en valor los museos locales, demostrando ser una tipología muy apropiada para encarnar los postulados de las nuevas corrientes museológicas que hacen de la participación comunitaria y la acción social unas de sus principales razones de ser.