Utilización de distintos niveles de vitamina A en la alimentación de cerdos blancos en ceboefecto sobre la calidad de la carne

  1. OLIVARES MORENO, ALVARO
Dirigida por:
  1. Argimiro Daza Andrada Director/a
  2. Clemente J. López Bote Director
  3. Ana Isabel Rey Muñoz Directora

Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 21 de julio de 2009

Tribunal:
  1. Juan Antonio Ordóñez Pereda Presidente
  2. Beatriz Isabel Redondo Secretaria
  3. Ana Cristina Barroeta Vocal
  4. José Antonio Mendizábal Aizpuru Vocal
  5. David Menoyo Luque Vocal
Departamento:
  1. Producción Animal

Tipo: Tesis

Teseo: 112189 DIALNET

Resumen

En los últimos años la producción de carne porcina en España se ha convertido en una actividad en expansión cada vez más competitiva y tecnificada. Este sector es, en términos económicos, el tercer subsector del conjunto de la agricultura y la ganadería, con un crecimiento del 62 desde la década de los 90, llegando a representar el 11 de la producción final agraria y el 31 de la producción final ganadera (MAPA 2003). Por otro lado, la carne de porcino ocupa un papel importante en la cesta de la compra y en la dieta humana de todos los países europeos. Así, los datos de la FAOSTAT (2003) ponen de manifiesto que en el año 2002 el consumo medio de carne de cerdo por habitante y año en la Europa de los 15 se sitúa alrededor de los 44 kg, con variaciones entre los 25 kg (Reino Unido), y los 66.1 kg de España. España pasó en 2001, a ser el país con mayor consumo de carne de cerdo por habitante y año en la Unión Europea de los 15, representando el 60 del total de carnes consumidas (AICE, 2001). En opinión de los expertos, España está cerca de convertirse en el primer productor de porcino de toda la Unión Europea, con un censo de cerdas reproductoras en agosto de 2008 de 2,420,815, lo que representa aproximadamente el 20 del total de la Unión Europea (MAPA, 2008). Todo ello constituye una base firme para considerar este sector como estratégico tanto en el momento presente como en el futuro La calidad y abundancia de materia prima, sal y carne, y unas condiciones climáticas propicias, favoreció el desarrollo en España de una cultura en torno al arte de salar y desecar las carnes de forma artesanal. De hecho, España es con diferencia el primer productor mundial de jamones y paletas curadas, con una producción que superó en 2 003 los 41.5 millones de piezas, de las cuales el 86.5 corresponde a jamones y el resto a paletas. España es igualmente el primer consumidor, con un consumo por habitante y año de 5 kg. La importancia que tiene en España el consumo de productos cárnicos curados desecados ejerce una gran influencia en todo el sector productivo y condiciona la mayor parte de las decisiones técnicas y económicas. Este hecho exige de una materia prima con atributos de alta calidad y con características diferentes a las que pueda requerir la comercialización fresca del producto, lo que nos diferencia claramente de otros países en los que la elaboración de productos cárnicos queda relegada a un segundo plano. De entre las muchas propiedades que definen la...