Evolución tectono-sedimentaria de la cuenca de San Pedro (República Dominicana) y su potencial de hidrocarburos

  1. Gorosabel Araus, José Miguel
Dirigida por:
  1. José Luis Granja Bruña Director
  2. Andrés Carbó Gorosabel Director
  3. José Ramón Mas Mayoral Director

Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 16 de diciembre de 2020

Tribunal:
  1. Alfonso Muñoz Martín Presidente
  2. Agustín Pieren Pidal Secretario
  3. Cécile Barrere-Tricca Vocal
  4. Manuel Abad de los Santos Vocal
  5. Antonio José Olaiz Campos Vocal
Departamento:
  1. Geodinámica, Estratigrafía y Paleontología

Tipo: Tesis

Resumen

La Cuenca de San Pedro (CSP) se define como una depresión batimétrica con tendencia E-O y una extensión aproximada de 6000 km2, situada en el margen sureste de la isla de La Española (República Dominicana y Haití). Estructuralmente, la CSP está ubicada en la parte trasera del Cinturón Deformado de los Muertos (CDM). Considerada tradicionalmente como una cuenca de edad Mioceno medio, cuyo relleno ha sido depositado en el espacio de configuración generado por la progresiva deformación del CDM. El área de estudio pertenece al límite norte entre las Placas Norteamericana y Caribe, habiendo registrado la compleja interacción entre ambas. Aunque la CSP se encuentra próxima a un sistema petrolero confirmado (los campos de Maleno e Higuerito en la región de Azua recuperaron 50,000 brls de petróleo), podría considerarse como poco explorada y los diferentes intentos de correlaciones estructurales y estratigráficas con la región de San Cristóbal (extensión en tierra de la CSP) y la cuenca de Azua han puesto de manifiesto importantes discrepancias. En consecuencia, tanto la evolución de la CSP como su potencial de hidrocarburos siguen sin estar claramente definidos. La presente Tesis Doctoral se centra en la evolución geológica del margen sureste de la isla de La Española, y en particular de la CSP, cuyos resultados se aplicarán a la revisión del potencial de hidrocarbonado de la cuenca. Para llegar a este objetivo, se han integrado diferentes datos y metodologías, entre los que se incluyen: una revisión detallada de la cartografía geológica de los programas SYSMIN I y II acompañada de las observaciones y el muestreo de afloramientos, que se han combinado con la integración de un gran volumen de datos geofísicos y geológicos de subsuelo. Tras el análisis de datos, el registro geológico se clasificó en unidades lito-estratigráficas con el fin de correlacionar las diferentes formaciones presentes en tierra. Posteriormente, la isla fue dividida en cuatro dominios tectono-estratigráficos, teniendo en cuenta tanto las relaciones estructurales como la composición del basamento. Esta metodología ha llevado a proponer los principales eventos tectónicos que afectaron a cada dominio y las secuencias deposicionales que los caracterizan. Estos resultados fueron proyectados a la CSP mediante la interpretación de anomalías magnéticas y gravimétricas. Como principal resultado de este trabajo, se ha propuesto un nuevo modelo de evolución tectono-sedimentaria para la CSP. Bajo este modelo, el basamento de la cuenca estaría compuesto por rocas sedimentarias y volcánicas de edad Cretácica, pertenecientes a ambientes de arco isla y de trasera de arco. Un cambio en el régimen de esfuerzos durante el Campaniense propició la inversión parcial de las unidades del basamento, favoreciendo la deposición de dos secuencias durante los periodos Campaniense-Maastrichtiense y Paleoceno?-Eoceno en un contexto de cuenca submarina de antepaís. Debido a la colisión entre los Bancos de las Bahamas y La Española en el Eoceno medio, los esfuerzos de compresivos se trasladaron hacia el sur, invirtiendo los sedimentos cretácicos y paleógenos, e iniciando la configuración actual del sistema SPB-CDM desde el Eoceno-Oligoceno hasta la actualidad. El nuevo modelo evolutivo permite revisar el potencial de hidrocarburos de la CSP gracias a la identificación de los principales elementos del sistema petrolero, incluyendo: rocas madre maduras del Cretácico Superior y el Oligoceno junto con reservorios carbonáticos y clásticos del Oligoceno-Mioceno intercalados con lutitas y margas que actúan como los sellos del sistema. Las principales trampas son estructurales y estratigráficas, y su formación parece coetánea a la generación principal de petróleo durante el periodo Oligoceno-Mioceno. Si bien los principales elementos del sistema petrolero parecen estar presentes en la cuenca, el timing representa el mayor riesgo que debe ser evaluado ante cualquier exploración futura.