Evaluación de la Inmunodeficiencia Secundaria en Trasplante de Órgano Sólido.Detección y Reconstitución

  1. JIMÉNEZ LÓPEZ, MARICELA
Dirigida por:
  1. Javier Alberto Carbone Campoverde Director

Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 27 de abril de 2022

Tribunal:
  1. Edgar Fernández Malavé Presidente
  2. Manuel Ruiz Fernandez Secretario
  3. Amelia Hessheimer Vocal
  4. César Rodríguez Hernandez Vocal
  5. Manuel Hernández González Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

En el trasplante de órgano sólido (TOS) la combinación de inmunosupresión y complicaciones quirúrgicas predispone a infecciones. El diagnóstico temprano es esencial, y podría beneficiarse de la monitorización inmunológica. La medición de biomarcadores es útil para identificar pacientes en riesgo. Los objetivos de éste trabajo son evaluar el uso de biomarcadores para la predicción de infecciones y establecer puntos de corte. Se trata de 2 estudios prospectivos, observacionales, multicéntricos internacionales. Se realizó un seguimiento de 6 meses para la identificación de eventos infecciosos, con tiempos de medición pretrasplante, día 7 y 30, incluyendo características clínicas, biomarcadores de inmunidad humoral (IgG, IgA, IgM, C3, C4, subclases IgG, anticuerpos específicos) y celular (células T CD3+, T CD4+, T CD8+, B CD19+ y CD16/56-NK), hematológicos y bioquímicos. Con la información obtenida se calcularon escalas (¿inmunoscores¿) para el riesgo de infección y muerte. En el Estudio 1 se realizó seguimiento a 538 pacientes, de 3 grupos de TOS. Se encontraron 298 casos de infección y 144 exitus. Entre las variables que aumentan el riesgo de infección, se encontró la disminución del porcentaje de linfocitos T CD8+ menor de 25% (p 0.005), a los 7 días; disminución de C3 menor de 60 mg/dl (p 0.017), linfocitos T CD4+ menor de 400 células/microL (p 0.041) y de células NK menor de 50/microL (p 0.043) a los 30 días. Entre las variables que aumentan el riesgo de exitus se encontró la disminución pretrasplante de C4 menor de 20 mg/dl (p 0.006), IgG3 menor de 0.20 g/L (p 0.041); del porcentaje de linfocitos T CD3+ menor de 70% (p 0.036) a los 7 días; y C3 menor de 80 mg/dl (p 0.007), C4 menor de 20 mg/dl (p 0.009), y del porcentaje de linfocitos NK menor de 10% (p 0.017) a los 30 días. En éste estudio se ha confirmado que la hipogammaglobulinemia (IgG menor de 600 mg/dL) es un factor de riesgo de infección durante el primer mes. El estudio 2 es un multicéntrico internacional de trasplante renal de 250 pacientes en España y Chile. Se encontraron 76 eventos de infección. Destacamos que la combinación de hipogammaglobulinemia IgG menor de 700 mg/dl y niveles bajos de IgG anti-PPS se asoció con riesgo de infección bacteriana recurrente. Durante el seguimiento, 23 pacientes desarrollaron enfermedad por CMV. En el modelo de regresión logística la combinación de hipogammaglobulinemia IgG a los 30 días con niveles bajos de anticuerpos anti-CMV al día 7 fue un marcador de desarrollo de enfermedad por CMV. Conclusiones: En el estudio 1, la disminución de niveles de células T CD3+, T CD4+ y T CD8+ en los primeros 30 días se asoció a mayor riesgo de infecciones. En éstos pacientes también se encontró como factor de riesgo un nivel bajo de monocitos pretrasplante, lo cual podría ser un biomarcador más accesible. En el estudio 2, la deficiencia secundaria de anticuerpos fue un factor de riesgo para infecciones bacterianas recurrentes y por CMV lo cual valida la nueva definición combinada de deficiencia secundaria de anticuerpos en TOS. Se han identificado varias escalas (¿immunoscores¿) que se asocian con el riesgo de infecciones en TOS. En la escala construida propuesta para riesgo de infecciones, se identificaron variables que incluyeron parámetros de la inmunidad humoral y celular en los primeros 30 días y parámetros de rutina de bioquímica (PCR) que pueden valorarse en una analítica sanguínea convencional. En infección por CMV, se encontró mayor riesgo con una escala construida que incluye hipocomplementemia, hipogammaglobulinemia IgG grave en los primeros 30 días y PCR aumentada. La evaluación en estudios posteriores de la eficacia y seguridad de intervenciones clínicas o terapéuticas, como la terapia intravenosa con inmunoglobulinas o la terapia prolongada con antimicrobianos, guiadas en parte por esta información, es necesaria para considerar su uso en la práctica clínica diaria para el mejor manejo individualizado de los pacientes.